Un derribo obliga a pintar otra vez uno de los mejores murales de Carballo

Santiago Garrido Rial
s. g. rial CARBALLO / LA VOZ

CARBALLO MUNICIPIO

Jose Manuel Casal

El gobierno local aprobó la compra de un inmueble de la Avenida das Flores

26 abr 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Uno de los mejores murales de Carballo, el impactante submarinista clásico que dibujó el artista Mourone Mouronetti en la pared de una casa situada en la confluencia de la Avenida das Flores (adscrita a esta vía, con el número 4) y la Rúa Fábrica, deberá ser derribado debido a que se hará lo mismo con la vivienda que lo sustenta. Por suerte, será pintado de nuevo. O bien en la nueva pared frontal que quedará tras la demolición (pero habrá que llegar a un acuerdo con los propietarios), o bien en un lugar distinto. En todo caso, esa obra de arte no se perderá.

Esta medida se debe, en efecto, a que se demolerá la pequeña vivienda de 60 metros cuadrados situada en la esquina (más bien, vértice) de las dos calles. Esta actuación ya estaba incluida en el Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM), con el inmueble destinado al sistema general viario (y suelo urbano consolidado). La intención del gobierno local es mejorar la seguridad, visibilidad y espacio del cruce.

Será la segunda vez que ocurra una actuación similar en el mismo punto: hace ya unos años se derribó otro pequeño inmueble al lado, y otro en la intersección con A Ponte da Pedra, para ganar amplitud y de paso dejar una amplia acera para vecinos y peatones. Ahora se hará lo mismo, con la diferencia de que se incluye una obra artística.

La decisión ya viene de atrás, pero fue aprobada en la Xunta de Goberno Local celebrada el lunes en Carballo. En el PXOM estaba previsto incluir la compra en el primer cuatrienio de vigencia del documento urbanístico. El valor estimado del inmueble es de 49.329 euros. Lo aprobado es un contrato de compraventa con los propietarios.

Este derribo -aún tardará, ya que antes hay que formalizar la venta- se suma a otros que se han ido llevando a cabo en los últimos años. El último, en la esquina de la calle Muíño con el inicio de A Ponte da Pedra, una pequeña vivienda que ahora es espacio libre con bancos, y también con pinturas. Hay uno que lleva pendiente más de dos mandatos, el situado en la rúa do Sol, pegado al río, un inmueble (de titularidad propia) que el Concello quiere derruir para ampliar el paso al lado del cauce del Anllóns, y de paso limitar los efectos de las crecidas.

El año pasado, tras las últimas inundaciones, Urbanismo se comprometió a colaborar con el ejecutivo local para pagar las obras de demolición, pero desde entonces no se supo más.