Desde 1992 el turismo rural en la zona se ha multiplicado por siete

Cristina Viu Gomila
Cristina viu CARBALLO / LA VOZ

CARBALLO MUNICIPIO

José Manuel Casal

Hace 25 años se inició el despegue de este tipo de hospedajes, a los que se suman los hoteles rústicos y las casas de alquiler

16 abr 2017 . Actualizado a las 14:50 h.

Turgalicia tiene registradas en el Geodestino Costa da Morte 23 establecimientos de turismo rural, siete veces más que hace 25 años, cuando se abrieron el Pazo do Souto, en Carballo, y la Casa de Laxe, en Buño. Ambos alojamientos fueron inaugurados, con un año de diferencia, por el presidente de la Xunta Manuel Fraga, lo que da una idea de la importancia que tenían estas aperturas. La gran casa de la parroquia de Sísamo, que sigue siendo el único establecimiento con categoría de pazo en la zona, comenzó a funcionar en el 92. Antes, Raúl Ares ya alojaba a turistas en la casa de labranza de Lires. Empezó a finales de los años sesenta, pero entonces no existía el concepto de turismo rural, que ha tenido un gran éxito en la zona.

De hecho, según varios responsables de casas en la zona, es poco dado a la estacionalidad, uno de los principales problemas que hay en la comarca y ha conseguido conservar una parte importante del patrimonio histórico-artístico y etnográfico.

Al margen de la avanzadilla de Lires, en el municipio de Cee, que sigue siendo uno de los principales focos de atracción turística, los primeros alojamientos de la zona fueron los de Carballo y Buño, aunque los dos establecimientos de Bergantiños y el de la comarca de Fisterra fueron incluidos en la Guía de Turismo Rural de Galicia al mismo tiempo, a principios de 1995. Las de la localidad oleira y de la Lires aparecían, y así han quedado, como casas de labranza. Las diferencias no fueron del agrado de todos.

Si al turismo rural el sentido estricto se le suman los hoteles y pensiones rústicas, el crecimiento en 25 años ha sido por 10, pero si además se tienen en cuenta los albergues, sobre todo los que suponen recuperación de viejas casas, o las de alquiler, el listado de establecimientos es enorme. Además, la nota que la gestión de este tipo recibe por parte de los viajeros en las páginas de Internet es altísima.