Los polideportivos de Carballo se llenan de acentos

Cristina Viu Gomila
Cristina Viu CARBALLO / LA VOZ

CARBALLO MUNICIPIO

Ana Garcia

Niños y adultos lusos, asturianos, catalanes y de distintos puntos de Galicia conviven y juegan hasta mañana

14 abr 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Algunos llegaron al Carballo Handball Festival ya el miércoles porque vinieron en avión como el pequeño grupo procedente de Sant Joan Despí (Barcelona) formado por once niños, dos entrenadores y unos pocos padres. Son algunos de los que llevan dos noches durmiendo en el colegio Fogar. Ellos lo han hecho, pero no ellas, las jugadoras del Ribadesella: 19 niñas en una misma habitación es una bomba de relojería. «Cuando no se reía una se reía otra» se lamenta con paciencia Herminia Costales, su entrenadora. También vinieron de Portugal, de São Mamede. Los niños tuvieron que medirse con oponentes, de ambos sexos, mucho más corpulentos, pero no les faltó valor.

Para la mayoría es la primera vez en un torneo así, pero todos dicen estar dispuestos a volver. Incluso las niñas de Cangas, que tuvieron que levantarse a las 5 de la madrugada para llegar a tiempo a Carballo, o las del Teucro de Pontevedra, vencidas en el primer partido. Los puntos parecen lo de menos, incluso para los padres. Los de San Joan Despí, que se llevan un grato recuerdo de la famosa pizza Shin Chan de La Siesta, se enfrentaron a las del Xiria, que apenas llevan una temporada y les costó ganarlas por 11-13. En el partido todos se dejaron la piel. Actuaron con garra, pero con deportividad.

La mayor parte de los padres asistentes eran asturianos, de Oviedo o Gijón, como Tatiana, con tres niñas en el torneo, una alevín y dos benjamines. Ayer aún no le había dado tiempo de hacer algo de turismo, pero asegura que no se irá sin hacerlo.

Y al final, todos tan amigos e incluso parientes, porque al menos la cuarta parte de los jugadores de Barcelona tienen alguna familia en Galicia.