Condenado a cinco años de prisión por estafar de forma continuada a un matrimonio de Carballo que sufre discapacidad intelectual

Antonio Longueira Vidal
T. Longueira CARBALLO / LA VOZ

CARBALLO MUNICIPIO

Según recoge la sentencia, los hechos sucedieron en el 2007, cuando el acusado conoció a la pareja, con la que empezó a entablar amistad

18 mar 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Después de dos sobreseimientos, un recurso de reposición, otro de apelación ante la Audiencia Provincial y un reinicio de la causa, un matrimonio de Carballo consiguió que la Audiencia Provincial condenara a un individuo a cinco años de prisión por un delito de estafa continuada.

La acusación particular, representada por el abogado Gautier de la Serna Lema, del despacho carballés De la Serna & Calviño, lo tuvo claro desde el primer momento: Abel Rodríguez Carabel, nacido en el 1949 en Ponteceso y residente en Carballo, empleó «el engaño» para que la pareja transfiriera a su nombre la propiedad de una vivienda y una finca con casa y hacerse con el dinero de la cuenta corriente, un plan de pensiones y una indemnización por accidente, todo ello valorado en 189.135,81 euros.

Según recoge la sentencia, los hechos sucedieron en el 2007, cuando el acusado conoció al matrimonio, con el que empezó a entablar amistad. Al poco de conocerse, el investigado se interesó por el alquiler de una casa con finca firmando un contrato de arrendamiento de 100 euros al mes «que no abonó nunca», según la acusación particular.

Para el tribunal, el acusado, aprovechándose además de que tanto el hombre como la mujer sufren un «retraso mental leve», según los resultados periciales psiquiátricos realizados durante el proceso, empezó a maquinar la forma de quedarse con todo el patrimonio. Para ello, empezó a intimar con el matrimonio y se ganó su confianza. Lo primero que hizo fue poner a los denunciantes contra su hija, «que lo único que busca es quitarles los ahorros». El matrimonio, con sus facultades mentales mermadas, cayó en la trampa, y tras visitar a dos notarios (uno en Carballo y otro en A Coruña) un tercero, con despacho en Arteixo y desconocedor de la trama, firmaron con el estafador un contrato que resultó ser una escritura de manifestación parcial de herencia de gananciales y el contrato vitalicio a favor del procesado, por el que este adquiere la nuda propiedad de la vivienda y la finca, incorporando ambos bienes posteriormente al Registro de la Propiedad de Carballo.

Manipulación

No contento con eso y con el objetivo de que la hija no se diera cuenta de la estafa, el acusado le reservó a la pareja el disfrute de los inmuebles, de forma que él seguiría como teórico arrendatario en la finca y la pareja mantendría, sin saberlo, la posesión de la vivienda. Pero la manipulación emocional continuó. El investigado logró que le abrieran una cuenta bancaria conjunta y les convenció para que los planes de pensiones contratados fueran transferidos a la nueva entidad financiera así como la indemnización de 12.000 euros por un accidente de tráfico. El acusado logró así hacerse con un patrimonio valorado en 189.135,81 euros.

El investigado siempre negó esta versión y en el juicio alegó que las operaciones realizadas y el contrato vitalicio firmado «se efectuaron de acuerdo con los perjudicados». Abel Rodríguez Carabel puede recurrir el fallo mediante un recurso se casación ante Tribunal Supremo.