Los peatones conquistan su lugar

Manuel Rey
Manuel Rey CRÓNICA CIUDADANA

CARBALLO MUNICIPIO

30 nov 2016 . Actualizado a las 21:34 h.

Hace unos días, con un grupo de amigos, íbamos paseando por el centro de Carballo. Bajamos por la Gran Vía hasta la calle San José, y de repente nos encontramos con las obras de la calle Martín Herrera. Dos de ellos, que ahora no viven aquí, aún no habían visto la zona desde hacía semanas, quedaron sorprendidos por el aspecto que va tomando el entorno de la iglesia de San Xoán Bautista. Les sorprendió para bien. Comentaban que ahora, con la calle liberada del asfalto y de las rejas de metal que encerraban la iglesia, da la sensación de que el espacio es mucho más grande y acogedor.

Ha bastado con derribar los obstáculos y renovar el pavimento para que los viandantes conquisten un nuevo espacio. Así, la humanización que ya es una realidad en las calles Hórreo, Coruña, Jacinto Amigo Lera, Desiderio Varela, o Valle Inclán se extenderá también a esta zona.

Como todas las obras, los trabajos han generado molestias durante los últimos meses. Hay quien clama por el rodeo que los vehículos deben dar para llegar al barrio de A Milagrosa, ya que en la última fase de las obras en Martín Herrera ha estado cortada la rúa Igrexa. Hay quien sigue clamando también por la supuesta falta de aparcamientos. En este punto, estaría bien hacer una sencilla comparación: por un lado, cuántos pasos damos desde que aparcamos el coche en la Horta do Casino o el San Martiño hasta que entramos en cualquier tienda del centro de Carballo; y, por otro lado, cuántos pasos damos desde que aparcamos el coche en el garaje del Marineda hasta que entramos por la puerta de Zara. El resultado, para muchos, sería sorprendente.

Es cierto que algunos conductores pueden salir perdiendo con esta reforma que los gobiernos locales de Carballo iniciaron ya durante el gobierno del PP, y que luego ha continuado el BNG. Pero no es menos cierto, sin embargo, que el aspecto que cualquier fin de semana presentan las rúas Coruña o Hórreo son la envidia de muchos municipios, con el comercio y la hostelería funcionando a pleno rendimiento. Algunos, con ironía, incluso bromean con plantearle a algunos empresarios de la zona, que en su momento fueron reacios a la peatonalización, la posibilidad de volver a permitir el tráfico rodado por estas calles.

Dice Francesco Tonucci, el pedagogo que inspiró el modelo urbano de Pontevedra, y que ahora intenta aplicar Carballo, que una ciudad que se hace pensando en los niños acaba siendo una ciudad más feliz. Y lo cierto es que los niños de Carballo, que por suerte también son muchos, cada vez pueden jugar en más calles sin que sus padres estén pendientes de que no pasen coches. Al menos en esto, Carballo será un pueblo más feliz.