Carballo bien se merece una oportunidad

Xosé Ameixeiras
Xosé Ameixeiras ARA SOLIS

CARBALLO MUNICIPIO

29 nov 2016 . Actualizado a las 17:24 h.

Carballo tiene, desde hace mucho tiempo, un problema que, lejos de resolverse, permanece enquistado en lo más profundo de su cuerpo. Como si se hubiese acostumbrado a vivir con una venda en los ojos. Un sector de la población permanece excluido en cierta medida de la ventura social común, de modo que una parte del colectivo marginal reacciona con un aporte de dosis delictivas o violentas que influyen negativamente en la paz ciudadana, la marcha normal de muchos negocios y la imagen de todo el municipio dentro y fuera de las fronteras comarcales. Al tiempo, la espiral de marginación acaba tragándose a muchos inocentes que acaban siendo víctimas del estigma. Una realidad que incide de forma negativa en no se sabe qué proporción en la convivencia y en la economía local. ¿Se ha hecho lo suficiente para hacerle frente? Parece claro que no. En caso contrario, se hubiese resuelto y la noria no estaría dándole vueltas al asunto de forma periódica. La brecha lleva abierta demasiado tiempo como para que se cierre de la noche a la mañana o que una sesión municipal pueda darle carpetazo de buenas a primeras. Nunca se ha producido un consenso, en ningún ámbito. Ni la preocupación suficiente. No es cuestión de un solo gobierno, un solo grupo o partido ni una sola administración. O hay un acuerdo generalizado o el fracaso es aseguro. La tarea es compleja, multidimensional y no basta con una sola solución. Ni siquiera es fácil de dimensionar. Lo único claro es que hay que afrontarlo. La prioridad es absoluta. De no hacerlo, cada uno será culpable en su medida. A más demora, más tiempo de sufrimiento. Carballo bien se merece una oportunidad. Necesita mirarse a los ojos. Ir más allá del eco superficial que se repite en los últimos decenios. Tal vez los tiempos no sean los más propicios, pero siempre serán los adecuados. Continuar por el mismo camino solo lleva al punto de partida.