«Empecé a ser yo al estudiar Teología»

TONI SILVA CURTIS

CARBALLO MUNICIPIO

jOSÉ MANUEL CASAL< / span>

Cura de vocación tardía, regresa a la Costa da Morte tras un decenio en Teixeiro

14 nov 2016 . Actualizado a las 19:37 h.

Vuelve a casa. Después de un decenio dirigiendo las almas del municipio de Teixeiro como cura párroco, Manuel García Souto (Corcoesto, Cabana de Bergantiños, 1964) se incorpora a varias parroquias de la Costa da Morte, muy cerca de su casa de origen «para estar cerca de mis padres, que van mayores». Atrás quedan diez años en los que las parroquias de Teixeiro han visto progresar proyectos, restaurar iglesias y levantar toda una sede de Cáritas de la nada gracias a este cura de vocación tardía.

-¿Cuándo fue esa caída del caballo camino de Damasco?

-A mí me ordenaron en el 2005, estuve un año en Carballo y luego estos diez años en Teixeiro. Si me hubieran llevado al seminario de pequeño sería feliz. En cambio empecé estudiando, luego trabajando de perito agrícola, una vida normal, pero yo veía que no encontraba mi sitio en la vida. Y entonces me fui al seminario, le debo mucho a la Teología, empecé a ser yo cuando estudié Teología.

-Pero Teología también la podía estudiar en la Universidad.

-Ya, pero yo quería ser sacerdote, hacer el bien a la gente. Aunque mi familia no me envió el seminario de pequeño, sí recibí una educación en valores humanos que me ha ayudado mucho a guiarme en la vida. Ahora la gente va al seminario mucho más tarde, los adolescentes de hoy en día no maduran tan rápido como en mi generación.

-¿Pero jugaba a ser cura?

-No, jugaba a las cosas normales. Pero descubrí a Jesucristo con 14 o 15 años .

-Más de 250 personas en la cena de despedida. ¿Se emocionó?

-Les quedé muy agradecido, había mucha gente buena, gente que me ayudó mucho durante estos diez años, algunos por cierto no muy asiduos a la Iglesia, pero gente maravillosa que siempre me echó una mano.

-¿Ha dejado muchas cosas pendientes por Curtis?

-Sí, algunas, por ejemplo la licencia del cementerio de Teixeiro, está pendiente que el Concello modifique el plan xeral para ello. Aquello estaba calificado como terreno a expropiar, nunca se expropió y lo compré yo, y ahora hay que cambiarlo. Creo sinceramente que ya se podría haber resuelto, pero en fin... También quedan pendientes los arreglos de los tejados de las iglesias de Foxado. Luego en la capilla de Belén hay también alguna permuta pendiente. Obras quedan muchas, pero todas encauzadas.

-Y todo un servicio de Cáritas.

-Sí, con almacén, con servicio de recogida de ropa... también tenemos colaboración con el exterior, por ejemplo con Senegal, adonde ya hemos tramitado el envío de una ambulancia. Un chico de aquel país que colabora de vez en cuando en Teixeiro se ha llevado incluso a su pueblo de Senegal los libros de Teología, y no es católico sino musulmán, y muy buena persona.

-También desde la parroquia de Teixeiro se hizo el servicio de paquetería con la prisión.

-La cárcel no admite paquetes por correo para los presos, así que cada vez eran más los que recurrían a nuestra parroquia pidiéndome que les llevara a sus familiares los respectivos envíos de cuyo contenido, por cierto, yo me hacía responsable ante los funcionarios de la prisión.

-¿Qué ha sido lo mejor y lo peor de estos diez años?

-Lo peor son las injusticias que he visto, que en mi cabeza no cabían como eso se podía consentir. Y lo mejor es la otra cara de ese «lo peor». Me refiero a haber tenido la fuerza y valentía de denunciar esas injusticias, muchas veces ocultas, y haber sido capaz de alzar la voz contra eso.

-¿Y a qué se refiere concretamente con «eso»?

-Me refiero a una injusticia propiciada desde el propio poder local, un caciquismo brutal que no he visto en otras zonas. Se me ha presionado mucho para que me callara, prueba de que lo que yo decía les dolía. También le dolía a los fariseos las palabras de Jesucristo. Pero mira, ¿sabes cuál fue uno de los días más felices durante mi estancia en Teixeiro? El día que el alcalde de Oza-Cesuras dijo públicamente que no se podía apoyar a Caínzos [alcalde de Curtis] como diputado provincial por su papel en la antigua caja de ahorros. Pablo González dio una lección de ética y moral. Ese día me reconcilié con la clase política.