Continúa el goteo de coches robados

Antonio Longueira Vidal
Toni Longueira CRÓNICA

CARBALLO MUNICIPIO

25 ago 2016 . Actualizado a las 00:12 h.

La oleada de robos de vehículos en A Coruña y su área de influencia continúa. Por suerte, sin el ritmo vertiginoso de semanas atrás. Pero sigue. En los últimos días fueron denunciadas dos nuevas sustracciones: una en la capital herculina y otra en Oleiros. Y en ambos casos, las fuerzas de seguridad apuntan en la misma dirección: una banda carballesa. Así lo han confirmado desde la Guardia Civil. Aunque a diferencia de los robos cometidos con anterioridad, el modus operandi ha variado ligeramente.

En junio y julio, meses de mayor actividad delictiva y en los que fueron sustraídos una veintena de turismos para, presuntamente, ser utilizados posteriormente en robos en negocios de las comarcas de Bergantiños, Ordes y Santa Comba, los ladrones viajaban a A Coruña, Cambre, Oleiros, O Burgo y O Temple en un turismo. Al volante iba uno de ellos, si es posible sin un historial delictivo muy cantoso a sus espaldas para pasar desapercibidos. Una vez sustraído el coche robado, la banda regresaba a Carballo. El turismo en el que habían viajado en la ida es utilizado de lanzadera. Los otros tres o cuatro delincuentes lo seguían en el sustraído. Al llegar a Carballo, Coristanco, Ordes, Santa Comba, Cerceda... hacían de las suyas antes de abandonar el coche robado en alguna pista próxima a San Lois, O Monte do Carme, A Brea, O Sisto o A Colina.

Ahora los cacos parecen haber cambiado de táctica para seguir haciendo de las suyas. Ahora cogerían el coche de uno de ellos y viajarían a A Coruña o su área de influencia. Allí robarían los coches y, de paso, en los negocios. También abandonarían allí los coches robados antes de emprender su regreso, presuntamente, a Carballo. Esa táctica, según las fuerzas de seguridad, les confiere a los cacos dos ventajas. Evitar un viaje de 30-40 kilómetros con un vehículo robado, además de actuar con cierta impunidad, ya que son delincuentes que, supuestamente, no están tan controlados como en Carballo.

Otras veces, para despistar, no actuarían por A Coruña, sino que buscarían otros destinos. Un coche robado en Santiago, un Volkswagen Golf, fue localizado recientemente en una pista de San Lois. Otro turismo, propiedad de un carballés, fue empleado la semana pasada para robar en Muros y Santa Comba. Sus tres ocupantes, según testigos presenciales, protagonizaron una persecución, por finalizó con el coche abandonado en A Colina. La Guardia Civil logró decomisar gran cantidad de artículos, supuestamente, sustraídos en un establecimiento saqueado en Muros, y ya devueltos a su dueño, pero ni uno solo del negocio de Santa Comba. Está claro que los delincuentes aplican una máxima en economía: diversificar el riesgo. Eso sí, hasta que los trinquen.