«Me encantan las ganas que tiene la gente de Carballo de crecer»

Antonio Longueira Vidal
Toni Longueira CARBALLO / LA VOZ

CARBALLO MUNICIPIO

Ana Garcia

Le gustaría seguir como padrino de la iniciativa que coordina el Escola Basket Xiria

28 may 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Tiene un palmarés envidiable y tan largo como él (mide 2,13). Jugó en el Real Madrid desde 1976 hasta 1993. Logró, entre otros galardones, siete títulos ACB, cinco Copa del Rey, dos Copa de Europa, tres Recopas, una Korac, dos intercontinentales y un Mundial de Clubes, además de la medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles (1984).

Fernando Romay Pereiro (A Coruña, 1959) es el padrino del Pequebasket carballés, actividad que desde hace cuatro años organiza el Escola Basket Xiria, club que preside Diego Vázquez Reino. El exdeportista trabaja en la actualidad en la Federación Española de Baloncesto. En concreto, en la fundación y en el área de responsabilidad social corporativa.

Ahora viene algo más a Carballo, cuando sus obligaciones profesionales se lo permiten. Aunque Fernando Romay ya conocía la comarca de Bergantiños de «cuando era pequeño y vivía en A Coruña». Eso sí, se ha mostrado gratamente sorprendido del cambio que ha dado Carballo como ciudad: «Me encanta las ganas que tienen de crecer [los carballeses] sin dejar de ser ellos mismos».

Ya metido en faena, Fernando Romay cree que el baloncesto ha dado un gran salto en los últimos años en la comarca, aunque falta un último estirón: «Creo que es fiel reflejo de cómo está el baloncesto en Galicia. Mucha labor de promoción, muchos equipos, mucho interés en la base, pero un poco mermado en la cumbre», aunque admite que «la situación económica no está tampoco como para meterte en esos laberintos». El exdeportista profesional tiene al cercedense Jonathan Barreiro en un pedestal y lo pone como ejemplo para futuras generaciones: «Le veo futuro en la ACB y donde quiera. Ha demostrado la calidad que atesora. Me asombra que después de haber pasado por dos lesiones muy duras y difíciles haya sabido reinventarse, lo que demuestra una dureza de cabeza y de mente importante».

También tuvo elogios para el Escola Basket Xiria: «Me parece que hacen un trabajo extraordinario. Sobre todo algo que para mí es complicado de conseguir y es el único sitio en donde lo he visto: capacidad para dejar el ego a un lado y hacer una UTE [unión temporal de empresas] para conseguir un equipo que vaya al Campeonato de España. Están haciendo las cosas muy amodiño, que se vayan cociendo poco a poco y con un sentido baloncestístico importante».

Fernando Romay tiene claro que le gustaría continuar apadrinando el pequebasket. Eso sí, «dependerá siempre de los apadrinados». Pero por él, que no quede.

Inicios

Con respecto a esta iniciativa, recordó sus inicios y cómo se encuentra en la actualidad: «En la federación hacemos actividades sociales vinculadas al baloncesto y a la promoción del deporte. Cuando llegó la petición el primer año [de Pequebasket], a través de la federación gallega, nos pareció una propuesta muy interesante y siendo yo de A Coruña creyeron conveniente que fuera el embajador» Y añadió: «Desde el principio me pareció una actividad buena y bonita, además de absolutamente necesaria porque es bajar la edad en la que los chavales se inician en la práctica del baloncesto».

Fernando Romay tiene meridianamente claro que «el baloncesto tiene que reinventarse. Está muy bien que haya pruebas de minibasket, cadete, infantil juvenil, júnior y sénior, pero los chavales precisan de un aliciente, una competición y esto es muy complicado en edades muy tempranas y aquí [por el Escola Basket Xiria] sí lo saben ver, con un torneo en el que no hay marcador, sino que se pone en valor lo aprendido a lo largo del año y sobre todo, que sea una ilusión por la cual se está entrenando todo el año».

Romay valoró de forma positiva los cambios introducidos en el Pequebasket: «Ha crecido como competición, se ha ido haciendo así mismo. No solo hay baloncesto, también actividades a mayores por las que los chavales disfrutan de una jornada de ocio. Tienen más juegos y actividades paralelas. Es una actividad de referencia en Galicia».