Con un remanente de 7 millones, una inversión de apenas 400.000 euros

Santiago Garrido Rial
s. g. rial CARBALLO / LA VOZ

CARBALLO MUNICIPIO

La deuda se llevará más de 800.000 y otros 600.000 estaban ya comprometidos para unas obras

23 abr 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

El alcalde de Carballo, Evencio Ferrero, lleva tiempo quejándose de que, pese al elevado remanente que acumula el Concello, 6.844.000 euros, apenas puede gastar. Hay unos límites estatales generales, pero además el gobierno local tiene que realizar un plan de estabilidad, que se aprobará en el pleno del próximo lunes.

¿Qué cantidad de dinero puede emplear este año?

Técnicamente, 1.800.00 euros del remanente. No parece poca cosa. Pero hay mucha letra pequeña. Por una parte, unos 600.000 euros están comprometidos para proyectos ya firmados el año pasado, pero no ejecutados del todo ni certificados al 100 %, como la cubierta del polideportivo Vila de Noia y, sobre todo, la reforma de la calle Martín Herrera. Con ese dinero ya se contaba. Queda, por tanto, 1.200.000 euros. Pero tampoco se puede emplear esta cantidad sin más. Hay que atender a la regla del gasto, y no superar el porcentaje de PIB estatal, que el año pasado fue del 1.3 %. Curiosamente, si el dinero se destina a cubrir las deudas financieras pendientes, esa regla no computa. Así que por eso destinarán más de 800.000 euros a dejarla a 0. Quedan, por tanto, casi 400.000 libres, que es el dinero del que podrán disponer libremente. Pero no de cualquier manera, sino en proyectos financieramente sostenibles: no pueden generar más gasto por sí mismos. De momento, aún no han decidido en qué se usarán.

¿Por qué estas limitaciones?

La capacidad de gastar de las Administraciones locales está muy controlada, pero en el caso de Carballo se da la paradoja de que es necesario un plan de estabilidad porque el año pasado se incumplió la regla de gasto. Y eso, pese a tener un elevadísimo remanente y cerrar el ejercicio con 1,8 millones de superávit, al margen de que la deuda financiera, a efectos presupuestarios, es muy baja. Pero los gastos superaron ese 1,3 % del presupuesto. Y eso ocurrió, fundamentalmente, porque hubo que hacer frente a los pagos pendientes del proyecto Anllóns-Bardoso. Como el dinero de Europa no llegaba, recurrió a fondos propios, superando por tanto los límites. A día de hoy, el Estado (que es el que canaliza ese dinero) aún debe al Concello de Carballo más de 1,1 millones. A la vista de que la situación económica del municipio es la mejor de su historia, el alcalde señaló: «Non nos parece de recibo nin xusto que teñamos que facer isto». Sobre el papel, la obligación de este plan los equipara a concellos que tienen una situación financiera muchísimo peor.

¿Habrá que hacer ajustes?

Los planes de estabilidad suelen llevarlos aparejados, pero en Carballo no habrá nada de eso: ni subidas de tasas, ni de impuestos ni nada similar. Precisamente porque la situación no lo requiere. Es lo que dice el informe de intervención que, a la postre, además de la legislación, es el que está marcando la manera de actuar. Tanta prudencia servirá para terminar el 2016 también con mucho remanente. En las previsiones aparecen unos 6,5 millones, pero Ferrero -que explicó las cuentas acompañado de la edila de Facenda, Belén Lendoiro- considera que rondará los 9 millones.

¿Cómo está la morosidad?

Es otro de los temas que irán al pleno del lunes, pero solo a nivel informativo, y con respecto a los datos del primer trimestre del año. Los parámetros para el pago de facturas variaron no hace mucho: ahora el plazo máximo es de 60 días. Pero en dos tramos. Por un lado, hay un límite de 30 desde que se registra la factura hasta que acaba su tramitación, y después, otros 30 de máximo desde que termina la tramitación y hasta que se abona. De enero a marzo de este año, ese período fue de 37,03 días, por lo que la demora efectiva hasta que se realiza en pago es de poco más de siete días (7,03). Fueron, en total, 930 facturas por 1,8 millones de euros en plazo, y otras 529 por 359.000 fuera de él.«Non nos parece de recibo nin xusto que teñamos que facer isto coa situación tan boa que temos»