Ambulantes de toda Galicia muestran su interés por la feria de Carballo

Cristina Viu Gomila
Cristina Viu CARBALLO / LA VOZ

CARBALLO MUNICIPIO

Ana Garcia

La norma municipal hace que se rechacen muchas peticiones, ya que fuera no se puede vender algo que ya hay en la plaza de abastos

05 feb 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

María del Carmen llegó de Vilagarcía hace un año con un puesto de bacalao salado. Quedó tan contenta con la respuesta de los clientes carballeses que ahora tiene de vecina de enfrente, los jueves y los domingos alternos, a su hija Victoria, que despacha flores. De más lejos viene Iván, que ayer se estrenó en el mercado, en uno de los laterales del Sinagoga, junto a la terraza. Es una buena ubicación para alguien de O Carballiño que además se dedica a cocer pulpo.

Treinta y dos son los feriantes que tienen autorización para vender en los días de feria en Carballo, pero muchas peticiones son rechazadas a causa de la normativa municipal, que establece que no se puede vender fuera algo que ya se ofrece dentro. Lo único que incumple es la fruta y la verdura, aunque en el mercado de abastos solo queda ahora un puesto y también en eses dos productos se basa la oferta de los agricultores, que venden sus excedentes.

De dificultades sabe Adela Rioboo Vidal, que hace solo tres meses puso en marcha un negocio de setas de cardo en su Cabana natal. Ya ha vendido en el mercado de Carballo y el lunes estuvo en Betanzos. Tiene autorización para Paiosaco, pero la segunda cosecha se le ha retrasado un poco, por lo que tendrá que esperar hasta el día 21. Pero el 14 volverá a Carballo. Asegura que en estos municipios los han recibido con los brazos abiertos, pero no ha sido igual en Ordes y Arteixo, donde querían probar suerte.

La normativa municipal solo tiene como excepción a los artesanos. Únicamente precisan una nota del alcalde para encontrar un hueco en el que atender a sus clientes. Una joven cubana que elabora piezas de bisutería ha sido la última en llegar, aunque para el domingo esperan una chica de Lugo que realiza vestidos de papel para muñecas.

La normativa de la Xunta ha hecho que muchos agricultores aficionados ya no se acerquen a vender sus excedentes, aunque todavía hay jubilados que lo hacen. El producto estrella de ayer era el grelo, como el que vendía Abel, procedentes de Paiosaco. No se queja de que cada vez haya más compradores: «Agora xa no vén a xente, imos nós», explica. Esta semana repartió entre A Coruña y Santiago unos 300 manojos, también a 1 euro, el mismo precio que en Carballo. Sus clientes son fruterías urbanas que revenderán la verdura.

En Carballo hubo mucho grelo, incluso en el puesto de Sabor Emprendedor, una iniciativa del centro EFA Fonteboa en el que se foguean los estudiantes de FP y obtienen fondos para sus viajes. Compran a productores y revenden con el valor añadido que da una atención personalizada y detalles con los clientes. Ayer tenían orellas de Entroido como obsequio.

Algunos puestos

Flores y bacalao. Víctoria tenía ayer una gran variedad de brásicas, una planta con aspecto de verdura, a 1,5 euros el ejemplar. Están al final de la temporada. Su madre, María del Carmen, llegó hace un año con un puesto de bacalao salado. foto ana garcía

Pulpo. Iván es de O Carballiño y ayer hizo su primer mercado en Carballo. Tiene claro que le costará arrancar porque hay poca costumbre de pulpo, pero considera que es un producto que apetece siempre. Antes ya hubo otras pulpeiras, recuerda Eduardo Gómez Rega, encargado del mercado, pero terminaron marchándose. Iván asegura que no se rendirá pronto. foto ana garcía

Setas. Adela Riobóo vendió todas las setas que traía el primer día que estuvo en Carballo. Esta empezando y todavía se le concentra la oferta en unos pocos días. Irá a la próxima feria. foto ana garcía

Sabor emprendedor. En el puesto de los estudiantes de Fonteboa hubo grelos, acelgas y espinacas, a 1,5 euros el manojo, además de filloas y orellas para agasajar a los clientes. foto viu