Las fabas, que se vendieron a 4 euros, no han hecho más que subir de valor desde que aparecieron en el mercado carballés
09 oct 2015 . Actualizado a las 05:00 h.El otoño llegó ayer en pleno al mercado de Carballo. Los pimientos y los tomates prácticamente han desaparecido y las fabas ocuparon su lugar. Fueron las estrellas de la jornada, a 4 euros el kilo, un 25 % más caras que hace un año. La escasez es la causa de este incremento en la cotización. La sequía del verano, seguida de lluvias imprevistas, en el momento de la recogida, han hecho que la cosecha haya sido muy escasa. De hecho, las primeras legumbres que llegaron al mercado, hace casi un mes, se pagaban a 3 euros el kilo y desde entonces no han hecho más que incrementar su valor.
Más estable se presentó la patata de la variedad Kennebec, aunque también a un precio bueno para los productores. La ausencia de lluvias en los últimos meses de la primavera y el principio del verano hicieron que la cosecha fuera un 30 % más reducida de lo habitual. Ahora las patatas se pagan entre 65 y 70 céntimos, aunque también las ofrecían a 60. En la feria de Paiosaco suelen estar más caras.
También hubo castañas, de árboles de plantación. Ya se vendieron muchas la semana pasada y ayer también hubo mucha demanda. Los precios, de momento, son bajos, entre 1 y 2 euros el kilo, dependiendo del tamaño. A partir de ahora comenzarán a llegar las de los castaños más antiguos, más hechas y su precio se incrementará. Son las que abastecerán los magostos del próximo mes.
También llegaron los grelos, desaparecidos durante el verano, a 1 euro el manojo, un precio que, si ocurre lo mismo que en años anteriores, se mantendrá durante toda la campaña.