El plan renove del recinto está pendiente desde hace dos años
06 jul 2015 . Actualizado a las 01:09 h.La estación de autobuses de Carballo presenta un estado de completo abandono. El recinto, inaugurado en verano de 1992 por Manuel Fraga, no es digno de la que es la décimo primera ciudad más importante de Galicia por volumen de población. El grado de deterioro se ha ido agudizando, en la misma proporción que las quejas de los cada vez menos usuarios, que utilizan el autobús como transporte público para sus desplazamientos.
«Soamente hai información aos viaxeiros polas mañás. As dúas da tarde pechan o bar e o que desexe información ten que ir aos papeis que poñen nas cristaleiras», relató ayer una viajera.
Una vuelta por la estación de autobuses ha servido para constatar las numerosas deficiencias que presenta el recinto. Lámparas llenas de suciedad y telas de araña, ventanales que requieren de un limpiacristales urgentemente, pintadas en la fachada y restos de basura por el suelo. Eso para empezar. Aunque el icono fotográfico de la estación podría ser el que fue en su día un carrito de transporte de maletas, con las ruedas reventadas, lleno de oxido y amarrado a una columna con una cadena. Pero la peor imagen la proyectan las habitaciones que dan al exterior. Acumulan restos de sillones de autobuses y cubiertas de farolas.
La estación es un recinto de titularidad autonómica, tal y como recordaron ayer el alcalde de Carballo, Evencio Ferrero, y la propia concesionaria, Autocares Vázquez. El regidor apuntó que es consciente de los desperfectos, «pero o Concello pouco pode facer porque non é o titular». Sí recordó que desde el Ayuntamiento se pidió unas mejoras que no se han llegado a realizar.
La última propuesta partió del exconselleiro de Medio Ambiente, Agustín Hernández, quien, junto con el que era Director Xeral de Mobilidade, Miguel Rodríguez Bugarín, anunció hace dos años un Plan Renove para 37 estaciones entre las que estaba la de Carballo. Este proyecto quedó en el cajón del olvido mientras a los usuarios solo les queda el bar (por las mañanas), que funciona además como punto de información, consigna y depósito de las llaves de los aseos.
Desde Autos Vázquez recalcan que cumplen con el mantenimiento que exige la concesión: «Limpiamos la explanada y somos los responsables de la cafetería y el servicio de información. Del edificio y su estado es responsable la Xunta».