Concejales históricos de Carballo abandonan la corporación

Santiago Garrido Rial
S. G. Rial CARBALLO / LA VOZ

CARBALLO MUNICIPIO

Despedida emotiva de Andrade, Viña y Juan Carlos Castro

11 jun 2015 . Actualizado a las 20:12 h.

Ochenta y uno de los 206 concejales que se repartirán entre Bergantiños, Soneira y Fisterra, además de Cerceda, serán nuevos en las corporaciones, lo que implica que existen 79 bajas (ha habido un descenso de dos puestos por la caída de población de Zas). Y, entre ellas, dejan la política algunas de sus caras más conocidas, veteranos o pesos pesados. En Carballo, ayer se celebró el último pleno, solo para la aprobación del acta anterior. Un trámite que podría haberse solventado en un minuto, pero duró casi media hora por los discursos de balance y despedida, sobre todo agradecimientos: a compañeros de grupo y de pleno, vecinos y, especialmente, trabajadores municipales: recibieron elogios unánimes por su trabajo y colaboración.

En este concello se van ocho de sus 21 concejales. Alguno tiene opción de repetir, como Daniel Pérez, del BNG. va de número 12, así que si hay alguna renuncia entrará directamente. También Marga Varela o Aurelio Núñez, del PP, aunque más remota, porque están al final de la lista. Ni uno ni otro pudieron asistir ayer: ella tenía pleno en el Congreso y él, en el Parlamento de Galicia.

No tiene opciones Manuel Andrade Cristóbal, de Terra Galega, por la renuncia al acta. Es uno de los más veteranos de la Costa da Morte, porque empezó en el 79, y regresó en el 2003 tras un parón de 12 años. No descartó una «segunda volta», pero deberá ser con 79 años. Lamentó los «proxectos que quedaron no tinteiro», y animó al BNG a trabajar y que cuente con todos, pese a la mayoría absoluta.

También se va José Antonio Viña, del PSOE, que cierra la lista de su partido, para quien ha sido «unha honra enorme» haber trabajado doce años de edil, ocho de ellos en el gobierno. Se va contento por lo hecho en la gestión pública y no tanto en la política, a la que llegó con poco más de 50 años. «Paseino moi ben», resumió.

Juan Carlos Castro, del PP, también lo deja. Es el más veterano de su grupo, con 20 años y tres líderes (José Lado, que tuvo dos épocas, y Moncho Antelo, también se despidieron ayer. Castro destacó las relaciones personales y el respeto, al margen de las discrepancias políticas, y pidió disculpas por los posibles errores cometidos. Dijo que su objetivo siempre fue el «servizo público, o de Carballo».

En Fisterra se va otro del 79, y sin fallar en el pleno desde entonces, Ramón Redonda, del PP, tras renunciar a su acta. En Corcubión, curiosamente, regresa uno de ese año, Rafael Mouzo, del BNG. El único que queda de ese año, y que además ha estado siempre al frente de su grupo, es el actual regidor carballés, Evencio Ferrero. El actual alcalde de Laxe, Antón Carracedo, por su parte, lo deja tras haber empezado en el 83 (continúa en la lista). El líder del PP de Zas, Pedro Osende, puso fin a veinte años de oposición, y el de Camariñas, Daniel Rego, a 12.

En A Laracha se van nuevos y veteranos: Juan Manuel Ramos lo dejó en el pleno celebrado ayer tras ochos años al frente al PSOE, y José Manuel Iglesias hizo lo propio tras 32 años seguidos en las filas del PP.

Ferrero: «Fóra ou dentro, Carballo somos todos»

El alcalde carballés, Evencio Ferrero, tuvo palabras amables y emotivas para los compañeros que dejan el pleno: «Fóra ou dentro da corporación, Carballo somos todos. Espero que siga habendo puntos de encontro», dijo para finalizar una ronda de intervenciones de todos los que lo dejan.

Antes, él mismo se había referido a cada uno de ellos, con citas personales, incluidos a los ausentes por trabajo, Marga Varela y Aurelio Núñez, deseándoles que sigan trabajando «polo país galego e Carballo».

Por cuestiones de trato más directo, y de años de trabajo juntos, la despedida «especial», sin dejar de lado a los demás, fue para Juan Carlos Castro, Manuel Andrade y José Antonio Viña. El respeto mutuo, con independencia de las discrepancias políticas, y el trabajo en pro de Carballo, entre otras virtudes, hilvanaron su discurso de agradecimientos, que después tendrían su contrapartida