Buenos descuentos en medio del ruido de la campaña

Xosé Ameixeiras
Xosé Ameixeiras ARA SOLIS

CARBALLO MUNICIPIO

10 may 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Las campañas electorales suelen ser tan ruidosas que algunos mensajes importantes acaban pasando desapercibidos, mientras los contendientes se instalan en riñas fatuas y en una escalada de promesas sin fin. El Instituto Galego de Vivenda e Solo aprobaba esta semana una nueva rebaja del 50 % para otro paquete de parcelas del polígono de Carballo. Una bendición en vísperas de la campaña que pone de nuevo en condiciones inmejorables de compra las fincas del parque de Bértoa. Un soplo de ánimo para el fortalecimiento del tejido industrial de la capital de Bergantiños, que ya se vio beneficiado por la anterior oferta, en la que colocaron 70.000 metros cuadrados. Además de la crisis, el precio del suelo es lo que ha mantenido a tojos los nuevos polígonos nacidos de la desgracia del Prestige. Se ha demostrado que los descuentos son efectivos. Ayudados, posiblemente, por la apertura de mano por parte de los bancos a la hora de conceder créditos. No pinta así para los polígonos de Suelo Empresarial del Atlántico (SEA), que la mayoría continúan estancados porque la Administración del Estado no es tan generosa como la autonómica y no está dispuesta a que una sociedad filial suya entre en números rojos. El quid de la cuestión está en que SEA no parece dispuesta a realizar rebajas en los solares de los parques de A Laracha, Malpica, Vimianzo y Cee, con el correspondiente disgusto para los respectivos alcaldes, que ven como en el de Carballo se van levantando naves con mayor celeridad, aunque la centralidad de la capital de Soneira favorezca algunos proyectos. No les falta razón a los regidores cuando piden el mismo trato: o SEA baja también los precios o las posibilidades de competir con la capital de Bergantiños no son reales. Pero no solo la oferta de parcelas industriales se ha quedado afónica en el altavoz de la campaña. Sin ir más lejos, la oposición de Fisterra acaba de tumbar la adjudicación del Semáforo, un emblema del turismo de la proa de Galicia. Un duro golpe en el mentón del alcalde en los segundos de descuento de su mandato y la victoria más sonada de la oposición en cuatro años, lo que propició un aborto tras un largo embarazo. Claro que han tenido allanado el terreno desde las mismas filas del gobierno local, que ha pagado con creces la deuda de los descartes de la lista electoral. El Semáforo, de momento, tendrá que esperar cerrado, lo cual, y al margen de quien pueda tener razón, no es bueno para Fisterra, que necesita adquirir la dimensión que en realidad tiene en el imaginario universal, lo que tendría que obligar a grandes unanimidades y consensos, y no dar pie a grescas cuando ya ha sonado la campana, o sea, una corporación a la medida del primer mirador de Europa sobre el Atlántico.

Congreso. El ruido de la campaña tampoco ha dejado percibir con nitidez la importancia del congreso de ginecología del hospital de Cee, un acontecimiento médico de relevancia que da peso al clínico de A Xunqueira. Un oasis en unos festejos electorales que tuvieron un arranque reñido por el lío de los carteles del PP de Carballo o machadas como la de Converxencia Galega de Cee, que propone demoler el propio consistorio, una ocurrencia muy a la medida de candidatos que suelen irrumpir en estos procesos de renovación democrática para animar el cotarro y restarle votos a sus lindantes de credo político. De momento, poco ha dado de sí esta campaña que, de momento, ha mostrado muy poco nivel. Una pena de oportunidad.

Una perversidad difícil de comprender

Unos pandilleros de Camariñas siembran la alarma en las primeras verbenas de la primavera soneirana. El invierno no ha conseguido enfriarle los ánimos a estos chavales, que ya el pasado verano fueron mostrando la perversidad que ahora vuelven poner en práctica en la nueva campaña de festejos. Algunos incluso son menores de edad. Como en los mejores tiempos de la Galicia sin escolarizar. Jóvenes pacíficos que solo pretenden divertirse sanamente, como corresponde en una sociedad civilizada, se ven envueltos en peleas y reyertas sin pretenderlo ni perseguirlo. Una noche ocurre en una parroquia y en otra al día siguiente. Son acciones que merecen la misma respuesta que la que los cuerpos policiales dieron el pasado fin de semana en Carballo para evitar que, de nuevo, otro grupo de similares características, pero, tal vez, mejor organizados, acaben degradando las agradables noches de ocio de la capital de Bergantiños, como ya ocurrió en otras localidades. Este fin de semana la normalidad regresó a las calles de la movida carballesa. La presencia de Policía Local y Guardia Civil hizo desistir a los protagonistas de los altercados de hace una semana de protagonizar nuevos intentos. Es lo que corresponde. La tranquilidad no solo beneficia a quien decida salir a divertirse, también a un sector económico importante.