La Guardia Civil irrumpe en un cementerio de Carballo para frenar una pelea familiar

M. Rey / B.C. CARBALLO / LA VOZ

CARBALLO MUNICIPIO

Los hermanos y el padre del difunto se intercambiaron amenazas de muerte cuando el fallecido iba a recibir sepultura

31 mar 2015 . Actualizado a las 17:38 h.

Más de una decena de agentes del Servicio de Intervención Rápida (SIR) de la Guardia Civil tuvieron que intervenir ayer por la tarde en el cementerio de la parroquia de Sísamo, en Carballo, para frenar una pelea en pleno entierro entre el padre y varios de los hermanos del difunto. Los guardias tuvieron que llevarse del lugar a Isolino Bardanca, padre del fallecido, para evitar que acabase a golpes con sus propios hijos.

Desde primera hora de la tarde, seis vehículos de la Guardia Civil, con el apoyo de la Policía Local de Carballo, vigilaron el tanatorio del que partió el último viaje de David. Entre los familiares y amigos se encontraban varias personas con antecedentes penales, lo que obligó a reforzar aún más el dispositivo. Desde allí, todos se desplazaron poco antes de las cinco de la tarde hasta el camposanto de Sísamo, situado a unos tres kilómetros de la capilla ardiente. Los guardias instalaron varios puntos de control en este tramo que despertaron la curiosidad de los vecinos de la localidad. En total, una veintena de agentes velaban por que el entierro transcurriese sin incidentes, pero se percibía que cualquier pequeña chispa podía reavivar la rabia acumulada. Y así fue.

Delante del nicho, cuando los hermanos de David se acercaron al féretro para despedirse de su hermano, el patriarca comenzó a proferir gritos e insultos contra ellos. Entonces, la tensión saltó por los aires. Varios de los hijos respondieron a Isolino y se lanzaron hacia él. Comenzó entonces un rosario de empujones que obligó a intervenir a los agentes, que hasta ese momento se habían limitado a vigilar desde una respetuosa distancia. Cerca de una decena de efectivos del SIR entraron a la carrera para separar a los dos bandos y evitar que se liasen a golpes a apenas un par de metros del ataúd de David. Según algunos de los presentes, hubo amenazas manifiestas de muerte por ambos bandos. «Acórdate de min, porque vou ser eu quen acabe contigo», llegó a decirle a Isolino uno de sus hijos. «Para min están igual de mortos que David», exclamó la matriarca en referencia a sus vástagos. Viendo la gravedad de lo que estaba ocurriendo, hubo quien invitó al sacerdote que oficiaba el entierro a abandonar el lugar para no resultar afectado.

La intervención de la autoridad evitó que hubiese violencia física, pero no frenó los improperios y las ansias de venganza. Se llegaron a escuchar comentarios que animaban a profanar la tumba y llevarse el cuerpo.

Malos tratos y vejaciones

La relación entre gran parte de los hermanos Bardanca Iglesias y el patriarca de la familia siempre ha sido mala. Los primeros acusan a Isolino de malos tratos y vejaciones constantes contra ellos y contra su madre. El conflicto se recrudeció el sábado, con una pelea a las puertas del tanatorio que obligó a las fuerzas de seguridad a poner el foco sobre el tema.

David Bardanca Iglesias falleció la pasada semana a los 33 años en el centro penitenciario de Teixeiro. Sus padres decidieron que debía ser enterrado en Carballo, algo que no aceptaban ni la pareja de David ni sus hermanos ya que, según ellos, la voluntad del difunto era descansar en el cementerio de Feáns, en A Coruña. Sin embargo, un juez le dio la razón a los padres.

Desde el momento de la pelea, hubo vigilancia continua a las puertas del hogar funerario. El domingo hubo un acuerdo para que padres y hermanos se turnasen en el velatorio. Durante el día de ayer, hubo una relativa calma, aunque en el tanatorio se escucharon continuamente graves insultos y acusaciones en ambas direcciones.

«Acórdate de min, porque vou ser quen acabe contigo», dijo un hijo a su padre