«Se non existen medidas concretas, o resto non son máis que faladurías»

Las cinco ponentes, cuyas intervenciones moderó la periodista de La Voz de Galicia, Cristina Viu, coincidieron en la necesidad de adoptar medidas concretas para cambiar la desigualdad en el deporte. Claro que la situación ha ido evolucionando, dijo Milagros Lantes, vicealcaldesa de Carballo, pero también queda por hacer. En cuestiones tan menores como el hecho de que la gimnasia de mantenimiento en Carballo, por el mero hecho de llamarse «gimnasia», haya conseguido que se anoten 98 mujeres, pero cero hombres. Aludió a una noticia reciente, del 29 de enero del 2015, en la que Arabia Saudí reivindicaba ser la sede de unos juegos olímpicos solo para hombres. «As Administracións temos que ser serias», reivindicó, y expresó que, en lo que respecta a la de Carballo, «facemos todo o que podemos dentro das nosas posibilidades». Entre el público, muchas caras conocidas, como el edil Marcos Trigo; los alcaldes de Carballo y Vimianzo; el deportista José Ramón Ríos; el director de las Escuelas Luis Calvo, David Iglesias; o Gemma Paz, primera presidenta del Xiria.

Perfil de mujeres que practican deporte

Así, explicó que consideran que la actividad deportiva y el deporte deben formar una parte importante dentro de los presupuestos y manifestó: «Carballo é un sitio onde se fai moito deporte». También desde su posición de docente, puso de manifiesto la necesidad de iniciativas pedagógicas y culturales a la hora de buscar la igualdad y recordó que es responsabilidad de Administraciones, medios, patrocinadores y vecinos trabajar por ello.

En la importancia de la iniciativa municipal incidió Teresa Castro, firme defensora de las carreras populares, promovidas en ocasiones por los Ayuntamientos. ¿Por qué? Porque la oferta municipal es muchas veces a la que apelan las mujeres. Para Foro Voz, dijo haber buceado en busca de datos concretos sobre la práctica deportiva femenina, y admitió que no fue mucho lo que halló. Lo más cercano, de Andalucía. Más de la mitad de mujeres nunca se han acercado a la práctica deportiva, algo que consideró alarmante. Se preguntó el porqué. Y lo halló en el perfil que revelaban el estudio: mujeres sin estudios, con cargas familiares, sin trabajo remunerado, y sin influencia de práctica deportiva en la familia. ¿Qué concluyó Castro? Que es necesaria una corresponsabilidad de tareas en el entorno más cercano y un hábito de contagio, porque cuando la mujer accede a deporte, también lo hace a otros ámbitos.

Mercé Barrientos reivindicó que la mujer aún no ha aprendido a hacer deporte por el mero placer de disfrutar del juego. Esa adrenalina, reconoció, es lo que más echa en falta de cuando competía. Castro le dio la razón, pero le recordó que las mujeres «somos moi prácticas» y que bienvenido es que alguna se interne en el deporte por el hecho de que se lo hayan prescrito. Un vídeo en el se ponía en valor la práctica deportiva femenina (sin falsos mitos asociados como la debilidad) puso fin a un Foro Voz que, como su título, demostró que hay grandes metas al alcance de todas. Ellas han logrado ya muchas. Pero queda por hacer.

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