La razón de que eche barriga

Cristina Viu Gomila
Cristina Viu LA ATALAYA

CARBALLO MUNICIPIO

01 mar 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Hace tiempo que me pregunto por qué echo barriga. Puede parecer un asunto menor, pero no lo es. El doctor Fuster insiste en que hay que vigilar el perímetro abdominal y el mío indica que mi vida no será todo lo larga que yo querría. En un intento desesperado de bajar la mal llamada curva de la felicidad (que de feliz no tiene nada) me destrozo los riñones a base de abdominales (¿estaré haciendo algo mal?). No hay ni que decir que los resultados son prácticamente nulos y que la curva sigue ahí, tan campante.

Esta misma semana me he enterado de que aunque me mate en el gimnasio mi barriga seguirá tal cual. Para resolver la duda que me corroe desde hace ya años solo tenía que mirarme la mano derecha y comparar la longitud de los dedos índice y anular. En la Feira das Ciencias me enteré de que si tengo barriga es porque durante el tercer mes del embarazo mi madre me roció (sin saberlo) con una cantidad excesiva de testosterona. Como no puedo volver a mi estado fetal (aunque muchas veces me gustaría) no me queda más que tomarme el perímetro abdominal con más calma y apreciarlo como una herencia.

La Feira das Ciencias del instituto Alfredo Brañas de Carballo es una especie de documental de la 2, pero con calor humano, risas y muchas hormonas adolescentes flotando por los pasillos. Los alumnos lo pasan bien y aprenden en dos días mucho más que en tres semanas de clase. No lo digo yo, que soy de los que aprenden, sino Ángel Carracedo, que es de los que enseñan. Considera que hay que despertar la curiosidad y la creatividad de los estudiantes y explicarles conceptos y ideas de un modo que permanezcan para siempre en sus recuerdos y les empujen a querer saber más.

La feria debería ser cada mes y compaginarla con una de humanidades. Hay que empezar a enseñar de otro modo para formar una nueva sociedad de personas críticas, interesadas por su entorno, con una visión nueva de las cosas, capaces de apasionarse por el saber.

Ah no! Se me olvidaba que vivimos en democracia.