«Es un gran error pensar que en este país la investigación es imposible»

Cristina Viu Gomila
Cristina Viu CARBALLO / LA VOZ

CARBALLO MUNICIPIO

Ángel Carracedo ofreció el pasado año una charla en el Alfredo Brañas de Carballo.
Ángel Carracedo ofreció el pasado año una charla en el Alfredo Brañas de Carballo. alberto lópez< / span>

El investigador apuesta por potenciar la creatividad en la educación

24 feb 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Ángel Carracedo Álvarez (Santa Comba, 1955) es catedrático de Medicina Legal y tiene un currículo apabullante (director de la Fundación Pública Gallega de Medicina Genómica, del Instituto de Medicina Legal de Santiago, del Centro Nacional de Genotipado (nodo USC), entre otros). Hoy participa en la Feira das Ciencias del instituto Alfredo Brañas.

-Es la segunda vez que viene al Alfredo Brañas.

-Es mi instituto favorito. Es maravilloso, me parecen impresionantes los alumnos y los profesores. La verdad es que soy un incondicional del Alfredo Brañas.

-A lo mejor se celan en Santa Comba...

-Donde estuve hoy (ayer). Son los siguientes favoritos... o tan favoritos, porque como diga que los bergantiñáns son los primeros me corren a gorrazos (risas). La verdad es que estoy muy impresionado de la calidad de los alumnos y de la calidad de los docentes del Alfredo Brañas... muy impresionado. Son rapaces maravillosos y es cierto que es mi instituto favorito. El esfuerzo que puedo hacer, que me cuesta muchas veces tanto, porque no tengo tiempo en mi vida y significa quitar horas de sueño, lo hago muy a gusto.

-¿Es consciente de que provoca muchas vocaciones?

-Me preocupa un poco, pero lo que intento es ilusionarlos por la ciencia en general, explicarles lo bonito que es el por qué de las cosas, el ver cómo se trabaja en un entorno de investigación, lo que es... Que estén en un laboratorio es una cosa fundamental para los niños. Eso es más importante que lo que se ve muchas veces en los textos. En anatomía, que vieran como es un cadáver, que los profesores explicasen, viesen una autopsia, aunque fuese simulada. Es muy formativo y eso les va a quedar mucho más grabado que muchas cosas que se puedan aprender memorísticamente, que se van a olvidar pasado mañana... Ya no digo pasado mañana, a la mañana siguiente de los exámenes. Me parece que es otra manera de enfocar la educación que es muy bonita y mucho más rica. Lo de la Feira das Ciencias, con la que llevan tantos años, es algo importante, que deben mantener. Tienen mi apoyo incondicional, claro.

-Pretende usted un tipo de educación que no se da...

-Sobre todo en segundo de bachiller, que es un año que está pensado prácticamente para selectividad y donde las exigencias son tan altas. Pero, por lo visto, no hay más remedio.

-¿Les habla también de las dificultades que tiene la investigación en España?

-Ellos ya lo saben bien. Se está diciendo que la investigación es prácticamente imposible, pero no es así. No hay más dificultades que en cualquier otra profesión. Nada se hace sin trabajo y sin ilusión. A la investigación, como a otras cosas, hay que dedicarle mucho esfuerzo y mucho entusiasmo. Yo siempre les digo que luchen por su ilusión y hay que ver la cara que se les pone. A mi me gusta mucho esa interacción con ellos.

-¿Siempre se ha llevado tan bien con los jóvenes?

-Siempre me he llevado muy bien con todos mis alumnos, de cualquier edad, pero en este caso, con los alumnos de este instituto tengo una empatía especial. El año pasado cuando estuve allí me hicieron, para empezar, el regalo más bonito que me han hecho jamás.

-¿Si?

-Para mí es más importante que ningún premio que me hayan dado. Me regalaron un libro, de todos ellos, con frases sobre lo que les había ilusionado y lo que les había parecido la charla. Cuando me baja la moral abro el libro, cuando sale mal un proyecto europeo o cosas de esas abro el libro. Me sube la autoestima y me da alegría. Hay que ver... Es un regalo precioso, precioso.

-Y eso que hay gente que se queja de los jóvenes, que no son como los de antes...

-No me creo nada. Los jóvenes de ahora son extraordinarios. Habrá alguno que no, como siempre, pero son rapaces con unas enormes ganas de trabajar, hacer cosas, con una formación que podía ser mejor, por el problema que tenemos con la educación, pero que no es por su falta de ganas, por su capacidad de trabajo. En este caso coincide todo. Me impresionan esos rapaces.

-¿Se pueden perder investigadores por el sistema educativo?

-Yo creo que sí porque se valora mucho el trabajo y la memoria. Eso está bien porque el trabajo es vital siempre, pero la curiosidad y la creatividad en nuestro sistema educativo poco se valoran y esas son habilidades esenciales en un investigador. Quizá deberíamos reflexionar.

-Y muchos piensan que deben marcharse para investigar.

-Yo creo que es un gran error pensar que en este país la investigación es imposible. ¿No se marchan también de ingeniería o enfermería? Es un problema general de nuestra sociedad, ser capaz de crear puestos de trabajo y riqueza. Pero en la investigación se concibe el mundo de manera global, yo estoy la mitad del año fuera... Sí que es muy importante que seamos capaces de retener el talento para que podamos crear riqueza. Piensan que la investigación es imposible, pero no es así. Me gustan que vengan a ver el laboratorio y vean la cantidad de gente que está trabajando, por ejemplo, en el entorno hospitalario. Eso les da ánimos.

-¿Cómo cree que será la vida de estos chicos cuando terminen sus carreras?

-Deseo que no tengan una crisis como la que hemos tenido y a lo mejor les coincide temporalmente un horizonte mejor, con una situación económica en el país o en el entorno mejor que la que han tenido los jóvenes que han acabado en los últimos años y que por desgracia han tenido que marchar fuera a buscar trabajo. Esa sí que es nuestra desgracia.