Las altas temperaturas llenan las playas y activan el temor de sequía

Juan Ventura Lado Alvela
j. v. lado CEE / LA VOZ

CAMARIÑAS

BASILIO BELLO

Hasta el momento solo el Xalo tiene restringido el suministro a cuatro horas diarias

04 sep 2018 . Actualizado a las 14:34 h.

Las estampas en las playas eran absolutamente caribeñas y los datos de Meteogalicia lo corroboran: las temperaturas máximas de ayer superaron a todas las del mes de agosto. De hecho en la estación de Rus (Carballo) se registraron 35,2 grados, cuando en todas las semanas anteriores de calor a lo más que se llegó fue a 34,4. Y no se trató de una excepción porque le mercurio alcanzó ayer los 33,8 en A Gándara (Vimianzo), 33 en Coto Muíño (Zas) y 32,6 en Rio do Sol (Coristanco), con registros algo menos agobiantes en Camariñas (28,6) y Malpica (29,3).

Evidentemente se trata de una buena noticia, sobre todo para el sector turístico, en el que parece ya el epílogo del verano; pero tiene también su cara negativa: tantos días sin llover y con temperaturas altas resucitan los temores a la sequía, que tantos quebraderos de cabeza dio el año pasado por estas fechas.

La situación no es ni mucho menos la del año pasado. Los operarios de Protección Civil de Carballo confirmaban ayer por la tarde que en esta campaña todavía no han tenido que echar mano del camión para reforzar traídas vecinales, que fue una de sus principales ocupaciones el verano y parte del otoño pasado.

Los embalses tampoco se acercan todavía a cifras preocupantes. De hecho, Fervenza está al 52,43 % de su capacidad. Aunque ha bajado tres puntos en una semana sigue bastante por encima del 45,63 de la misma semana del año pasado y del 43,69, que es su media de los últimos diez años. Mientras, Santa Uxía, del que se abastece la mayor parte de la comarca de Fisterra, está exactamente igual que a principios de septiembre del año pasado, aunque eso signifique 20 puntos por debajo de la media histórica, que es del 87,78 %.

En estos momentos, entre todas las localidades consultadas ayer, únicamente la urbanización del Monte Xalo, entre Cerceda y Carral, tiene restricciones. Según informan distintos vecinos, y también un cartel en el antiguo bar ahora cerrado, el suministro se limita a cuatro horas diarias, de las siete de la tarde a las once de la noche. Aunque existen versiones distintas sobre problemas con las bombas, lo cierto es que llegar a la última semana de agosto con agua continuamente -solo hace unos días que se restringe- es casi un milagro en el Xalo, donde lo habitual es que los cortes empiecen en mayo.

Por lo que respecta al resto de localidades las reservas y también las previsiones son mejores que en el 2017. De hecho, el alcalde de Zas, Manuel Muíño, incide en que, a raíz de lo sucedido el año pasado, «moita xente limpou e mellorou as traídas particulares». El concejal de Obras de Camariñas, Juan Carlos Canosa, destaca que sus depósitos están en una situación óptima e incluso ve superadas algunas vulnerabilidades pasadas. También el alcalde de Muxía, Félix Porto, que el ejercicio pasado tuvo que destinar decenas de miles de euros a camiones cisterna, señala que, hasta el momento, no tuvo llamadas por falta de agua. Eso sí, tampoco canta victoria: «Hai que esperar a ver como vén setembro».

«Tivemos anos de non dar contestado ao teléfono»

El constructor Diego Nieto Barreiro, gerente de Ponciano Nieto, explica que su empresa ahora ya no está solo centrada en Galicia y tiene varias máquinas repartidas por lugares como Jaén. En cualquier caso, en las últimas semanas ya empezaron a recibir llamadas para hacer pozos de barrena «pero nada que ver co ano pasado, que foi excepcional, e incluso con algún anterior, porque tivemos anos de non dar contestado ao teléfono. Moito tamén é porque -salvo o que vive diso, como poden ser os das granxas- ninguén se acorda do ano pasado ata a última hora, ata que lle ve as orellas ao lobo. Despois, vas para un sitio ao mellor por un ou por dous e aparécenche 4, 5 ou 6, e tampouco os vas deixar quedar atrás, a non ser que teñas un compromiso moi grande», relata el empresario, que solo ve una ventaja de esperar a lo peor de la sequía para hacer el pozo: «Se tes auga boa neste tempo, sabes que a vas ter sempre, que non che vai faltar». En cualquier caso, explica que los terrenos son muy distintos y mientras en su familia tienen un pozo de 15 metros de profundidad llegaron a hacer uno en Baio en roca de 100. «O normal, unha media, é atopar auga a 20 e pico metros e despois dáslle outros 20 e algo para resgardarse, para estar seguro», explica el gerente de la empresa zasense.

Dos conatos en A Grela recuerdan el elevado riesgo de incendio, aún por debajo de la media

Al margen de la falta de agua, que puede llegar a producirse si la situación meteorológica se prolonga, el principal riesgo asociado a la climatología en estos momentos es el de los incendios y ayer volvió a quedar claro en Carballo.

Aunque no hubo que lamentar incidencias graves ni la quema de una gran superficie de terreno, sí se vieron obligados a actuar los equipos de emergencia y hasta en dos ocasiones, ambas en la zona de A Grela, de sobra conocida en la capital de Bergantiños por la proliferación de este tipo de sucesos en años anteriores.

En el primero de los conatos intervinieron también brigadistas de Medio Rural, pero en el segundo, que ellos mismos definieron como «unha cachela», fue suficiente la actuación de los operarios de Protección Civil, que al filo de las 20.00 horas se encontraban todavía desplazados en la intervención.

Con todo, la gran mayoría de la Costa da Morte, a excepción de una parte de la comarca de Fisterra, que se encuentra en riesgo alto de incendio, sigue en la calificación de moderado, según los baremos que utiliza el Pladiga de la Xunta y que tiene toda la mitad sur de la comunidad en el nivel extremo.