Mariscadores de la zona se topan con un cierre por toxina en vísperas del puente

Juan Ventura Lado Alvela
J. v. lado CEE / LA VOZ

CAMARIÑAS

MARTINA MISER

Únicamente se salvan la ría de Corme-Laxe y el entorno de Baldaio, en Carballo

27 abr 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Un poco ya lo veían venir, sobre todo después del cierre en otras zonas más al sur de Galicia, pero un cierre por toxina, como el decretado el martes por la tarde en amplias zonas marisqueras de la Costa da Morte siempre es un palo muy importante para los profesionales, y más en vísperas del puente de mayo, con el verano a la vuelta de la esquina y todas las expectativas sobre lo que puede ser la campaña en el aire.

Llegue cuando llegue siempre es mal momento, pero en esta ocasión parece haber elegido uno de los peores escenarios posibles, porque en varias cofradías pasaban por un momento relativamente dulce con el marisco, en cuanto a precios y calidad del producto, que ahora se ve truncado, como mínimo hasta el jueves de la semana que viene.

En la ría de Corcubión, únicamente queda la zona de Langosteira para extraer navaja y la de Camariñas también se encuentra completamente cerrada por lo que solo se han salvado, de momento, en la ría de Corme-Laxe y en Baldaio, aunque vista la evolución también se pueden ver afectados en cualquier momento.

El patrón mayor de Fisterra, Manuel Martínez, dice que «un peche por toxina sempre é fastidiado», por lo que espera «que se poida arranxar pronto», para que los profesionales vuelvan a trabajar. Aunque después de Semana Santa los precios han descendido algo, la navaja y el longueirón fisterrán se estuvo cotizando hasta hace nada «a 13 e pico, 14, 15 euros», detalla Martínez, que confía en que a partir de mayo las cotizaciones vuelvan a situarse al alza, ya de cara al verano, de ahí la importancia de que las áreas marisqueras puedan abrir cuanto antes.

El patrón mayor, aunque tampoco tiene una causa concreta de que la toxina llegue tan pronto este años, incide en que tuvieron « un inverno moi atípico», en el que apenas hubo temporales y considera que eso podría guardar alguna relación.

La presidenta de las mariscadoras de Camariñas, Estrella Lema, también se refiere al tiempo, porque a ellas les influye la desembocadura del río Grande «e este ano non moveu auga».

Para estas profesionales tampoco llega en el mejor momento el cierre. «Estabamos bastante contentas co prezo do berberecho -que practicamente é o que temos aparte dalgunha xapónica, pouquiña- sobre todo desde que pechou Noia, porque chegou a seis euros e pico o quilo e, aínda que dá a medida, tampouco é dese grande, grande; e agora temos que parar», lamenta.

Su época de trabajo más o menos rentable, porque tarea, entre siembras, trasvases y demás, tienen casi todo el año, es «entre abril e setembro porque este berberecho vai para fresco e sabe bastante ben no mercado», como dice Lema, por lo que todo lo que sea perder semanas ahora les afecta de manera clara.

Y no son las únicas, porque en Corcubión, donde después de años habían conseguido vender también para fresco, se ven igualmente afectadas.