Los muertos del «Serpent» piden vida

Juan Ventura Lado Alvela
j. v. lado CEE / LA VOZ

CAMARIÑAS

manu negreira

El Cemiterio dos Ingleses acusa la falta de actuaciones y de difusión cultural

04 mar 2017 . Actualizado a las 09:19 h.

Si hubiese que definir el espacio físico de la Costa da Morte en una sola palabra, seguramente fuese Reira, y ninguna otra tragedia marítima da cuenta de lo que fueron los naufragios históricos como la del HMS Serpent. De ahí que el Cemiterio dos Ingleses, que preside el entorno, se merezca un trato bastante más exquisito a varios niveles: conservación, indicación, puesta en valor y difusión cultural.

 Si bien es cierto que las Administraciones han llevado a cabo varias actuaciones en la zona, como la reposición del muro que se vino abajo en el año 2005, lo cierto es que todas ellas quedan ya demasiado lejos. Los elementos indicativos se han deteriorado hasta el punto de que el único panel que realmente explica al visitante el valor de lo que tiene ante sus ojos se encuentra en el estacionamiento. Había otros, pero se han ido degradando con el tiempo y ahora solo permanece este, junto con el poste con los códigos de Camariñas, o mar todo, una de esas iniciativas con inversión importante, anunciada con bastante pompa, pero que ha tenido un recorrido más bien limitado. 

Las sendas y la propia pista, que al estar en un entorno protegido de la Rede Natura, no se puede asfaltar ni nada parecido, acusan también el deterioro y la falta de un mantenimiento más continuo, aunque, en general, siguen accesibles. No ocurre lo mismo con buena parte de los indicadores, que se han perdido.

Dado que se trata de un espacio abierto y al alcance de todos, incluida la propia tumba de los marineros británicos, el entorno está expuesto a todo tipo de agresiones y va mucho en la conciencia de los visitantes su conservación. En los últimos tiempos a una parte de ellos les ha dado por una práctica más que controvertida, como es convertir en milladoiros las piedras del coído, lo que, como explica el geólogo Vidal Romaní, supone una agresión a una playa que se creó hace 8.200 años.