«Las últimas etapas de los investigadores del Seminario de Estudios Gallegos se dedicaron a la costa bergantiñá, entre Camelle y Muxía. Damos algunas notas destacadas de esta excursión:
En Camelle: después de comer en Ponte do Porto, los miembros de todas las secciones se trasladaron a Camelle, localidad que ofrece un gran interés etnográfico y que habrá de ser estudiada especialmente en la próxima misión. La sección de Geografía rectificó datos recogidos en misiones anteriores. Como en Camelle está embarrancado un barco ruso, el Boris, el vecindario relacionó la visita del Seminario con el desguace del buque y se dieron algunas anécdotas pintorescas.
En Buño: Las industrias familiares más importantes de Galicia son, aparte los tejidos, ya estudiados en Deza y otras comarcas, las puntillas de Camariñas, que tienen una amplia área de trabajo, y la cerámica, especialmente la de Buño. A esta localidad dedicó especial atención la sección de Etnografía, que estudió detenidamente los trabajos de alfarería y aprovechó la visita para encargar una serie completa de piezas para que Buño esté representado en el Museo de arte popular.
De Malpica a Ponteceso: el pueblo de pescadores en costa brava de Malpica y las islas Sisargas son el punto de costa señalado como final de esta exploración previa, que abarca desde el Pindo al cabo de San Adrián. Desde Malpica al Seminario hace ruta a Ponteceso, ante uno de los más maravillosos paisajes costeros de Galicia. Cerca de Corme se estudia la famosa serpe de Gandomal, mal conocida y seguramente interpretada erróneamente por antiguos dibujos.
En Nemeño, las toponimias pondalianas: la iglesia de Mens, la fortaleza medieval, el pazo de Nemeño, con su interesantísimo crucero, la iglesia barroca de Cores... Parga Pondal va indicando uno a uno los lugares amados del poeta: el «salvaxe val de Brantoa», el piñal de Tella, la iglesia de Anllóns...
Ponteceso, Laxe, Dombate: en Ponteceso aguardan al Seminario, entre otras personas, el poeta Lafuente Bermúdez y el pariente de Pondal don Cesáreo Valdés. Con ellos se vive una jornada de evocaciones pondalianas. Puede decirse que no ha quedado lugar por señalar, ni ver, que no se repitiese muchas veces en de día. Siempre con los versos del bardo sonando en la memoria se ha recorrido su casa, se ha seguido aquel camino bien amado a la «areosa Laxe», y de noche en la ruta del poeta adolescente hacia la rectoral de Vilela de Nemiña, en el pinar de Dombate, se congregan todos los expedicionarios para escuchar en torno al famoso dolmen las estrofas reciamente cinceladas del cantor de los pinos. Allí en medio de una emoción religiosa, termina esta VIII Misión de Investigaciones».
Texto publicado el 18 de julio de 1936 en La Voz de Galicia sobre la visita del Seminario de Estudios Galegos.