Todo lo que cuenta el turista de la zona

Patricia Blanco
Patricia Blanco CRÓNICA SOCIAL

CAMARIÑAS

21 ene 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Dicen que el primer paso para dar solución -o simplemente, enfrentar- una situación, buscando nuevas perspectivas, es conocer lo que ocurre. Esto es, cuál es esa situación, en qué se sostiene. La Costa da Morte tiene muchos méritos para ser destino turístico, y ciertamente lo es, pero, ¿de qué manera? ¿Cómo es el visitante de esta comarca? ¿Necesita los códigos QR? ¿Aprecia en verdad naturaleza y paisaje o solo busca la gastronomía? ¿Y qué dice de nuestro urbanismo o de la señalización? ¿Por qué ha llegado aquí? La Asociación de Empresarios e de Promoción Turística de Camariñas puso en marcha este pasado 2016 una encuesta que, teniendo en cuenta el carácter emblemático del Vilán, bien puede considerarse representativa. El caso es que dicho proyecto estadístico quería captar aspectos de la actividad turística de la Costa da Morte, haciendo un análisis de perfil, motivos e percepciones. Por el Vilán pasaron en el último año nada menos que 61.667 personas, por lo que impresiones hay muchas como para tenerlas en cuenta -es una cantidad nada desdeñable-, y siempre en crecimiento desde el 2012: en total, desde que la AEPT gestiona el faro, 247.802 visitantes. La mitad de todos esos turistas del 2016 tenían entre 35 y 65 años, siguiendo a continuación el tramo de 18 y 35. Los dos orígenes imperantes fueron la propia comunidad gallega y, después, Madrid. Sobre todo, llegaron en pareja; después, en familia y con los amigos. Lo hicieron mayoritariamente en coche y pasaron entre dos y cuatro días en la Costa da Morte, alojados, por este orden, en hoteles, pensiones, casas de turismo rural y pisos o viviendas de alquiler. Viajaron, fundamentalmente, por causas de ocio, buscando a continuación naturaleza, cultura y gastronomía. Alcanzaron estas tierras recomendados por amigos y conocidos. Funcionó, así pues, el boca a boca. Solo un 16 % de los visitantes reconoció emplear los códigos QR, a pesar de la fiebre que tiene habido por ellos. La mitad de los encuestados dijo compartir su experiencia en las redes sociales: primero en Facebook y después en Instagram y Twitter. Solo el 20 %, por otra parte, comentó haber empleado alguna aplicación turística (Tripadvisor, Trivago y Booking son las más recurrentes). El paisaje y la naturaleza fue el bien más apreciado por los turistas -de ahí la necesidad de cuidarlo, y más si se quiere apostar por lo slow y lo sostenible-, pero se quejaron de la falta de limpieza, el urbanismo o las carreteras. Todo, pues, va por el mismo camino. Dejaron además sus propias sugerencias, como poder subir a los faros, mejorar la señalización de los puntos turísticos o cuidar la ruta O Camiño dos Faros. Lo de las indicaciones, viejo caballo de batalla, bien merecería una actuación decidida, de una vez por todas.