«Es complicado, pero hay que probar suerte aquí, y hay iniciativas que son muy interesantes»

Programas de formación como el Erasmus, Argo, Leonardo o Galeuropa son un empujón que permite a los estudiantes aprender idiomas y crecer lejos del hogar. Emilio González, técnico de la Axencia de Desenvolvemento local de Camariñas, coordinó la iniciativa Galeuropa de la que actualmente disfrutan una veintena de chavales de Camariñas, Carnota, Dumbría, Mazaricos, Muxía, Vimianzo y Zas, que realizan prácticas en Inglaterra e Italia.

Cuenta Emilio González que para muchos, «esta es la primera experiencia laboral en el extranjero. Consiguen un bagaje de idiomas, y maduran porque se tienen que desenvolver en un país distinto. Es una experiencia bonita, pero dura». Aunque gran parte de los jóvenes que participa en estos proyectos regresa una vez terminado el periodo de prácticas, hay quien decide quedarse por voluntad propia. De una u otra forma, González expone que «a la vuelta, han mejorado su empleabilidad. Si la gente decide animarse a buscar una experiencia así, es porque tiene ímpetu y ganas».

Aquí, señala Emilio, hay opciones. «El mercado está restringido y es complicado, pero se puede optar por el autoempleo. En Galicia hay foros en los que se ven iniciativas muy interesantes y que funcionan. Yo los animaría a que conozcan estas ideas, y que se informen en sus Concellos, en el GAC o el GDR, que ofrecen ayuda y subvenciones que les pueden interesar». Además, en sectores como el agroganadero, el pesquero o el turístico, hay oportunidades al alcance de la mano.

No obstante, la ausencia de empleo de calidad tampoco ayuda a fijar población joven: «Lo preocupante es que, tras probar suerte fuera, la gente decide a veces que no quiere intentarlo aquí».

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