Los aparatos de la escuela AFN, con base en Alvedro, sobrevuelan la zona con regularidad
20 oct 2016 . Actualizado a las 14:27 h.El paisaje de la Costa da Morte se divisa en todo su esplendor desde el aire. Si a vista de dron (o de un mirador) ya resulta espectacular, mucho más desde una avioneta, generalmente a entre 3.000 y 6.000 pies de altura (más o menos, entre uno y dos kilómetros). En este sentido, los alumnos de la escuela de pilotos de la Aeroflota del Noroeste (AFN), con base en Alvedro (ya es su principal operador) son unos privilegiados. Con regularidad acuden a la comarca a los mandos de los Cessna, los Piper o los bimotores Beechtcraft, y disfrutan de las playas de Caión, Carballo, Malpica, Cabana, Ponteceso, Laxe, Camariñas, Muxía, Cee, Dumbría o Fisterra, pero también de toda la zona anterior. Cuando es posible, algún miembro de la tripulación realiza fotos, los que permite ir generando un puzle comarcal aéreo.
Los pilotos en formación recorren otras muchas zonas de Galicia (y más allá), pero la Costa da Morte siempre ha estado entre sus destinos fundamentales desde que se creó AFN hace 20 años. Según explicaba ayer David Fernández, su director de operaciones, esta es una buena zona para volar, sin obstáculos, sin restricciones (Xalo, por ejemplo, ya las tiene) ni otro tráfico aéreo, lo que les permite «subir y bajar bastante». Lo de la belleza del paisaje es un añadido, pero nunca se escatima en este centro que forma, sobre todo, a pilotos de líneas aéreas, pero también imparte otras enseñanzas, como instructor de vuelo. En la actualidad tiene unos 30 alumnos que, cuando obtengan el título, también se llevarán un extenso recuerdo de todo el territorio de la zona.