Arroz con bogavante y pulpo, lo que más piden los turistas en la zona

melissa rodríguez / s. g. CARBALLO / LA VOZ

CAMARIÑAS

Ana Garcia

Muchos peregrinos que terminan el Camiño suelen darse un homenaje y van directamente al buen producto

08 ago 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Son muchos los turistas que visitan la Costa da Morte para comprobar, de primera mano, la alta calidad del pescado y marisco que tanto elogian los que lo prueban. Comer producto fresco, del día, recién salido del mar, no es posible en todas partes. Pero platos y preparaciones hay muchas, no todos ofrecen lo mismo ni de la misma manera. ¿Cuál es la que más piden, por la que más se interesan? ¿Hay algún plato estrella, el que más se repite día tras día?

Sí, lo hay: el arroz con bogavante. Y, en segundo lugar, el pulpo, según el sondeo realizado entre una quincena de restaurantes de la comarca.

Algunos ejemplos de entre los consultados. Los comensales que acuden a la marisquería Casa Rosa, en Malpica, piden bogavante con arroz, mayoritariamente, pero también con patatas y caldoso. La gerente, Rosa María Soutullo Andrade, asegura: «O acuario que temos na entrada con marisco vivo desperta o interese dos estranxeiros». Otra variante de arroz con marisco que también solicitan en el restaurante La Marina, de Camariñas, es el de nécora, pero incluso en As Garzas (Malpica), que cuenta con una estrella Michelín y una gran diversidad de degustaciones, triunfa el lubrigante.

Tal es el deseo de los turistas de la Costa da Morte por conocer el verdadero sabor del marisco y del pescado, que «á xente non lle importa pagar pola comida de calidade», asegura Víctor Duarte desde O Recreo, en Cee.

Fernando Agrasar, el chef de As Garzas, lo confirma: «Los comensales no se fijan en el precio». Incluso en restaurantes que ofrecen menú del día, la gente opta por pagar más: «Estando o salón cheo, só dúas persoas o piden», explica Óscar Freire, de La Marina.

En el caso de los peregrinos, Pablo Pichel, de Don Percebe, en Fisterra, lo justifica de este modo: «Los peregrinos llegan al final del Camino y quieren darse un homenaje, por eso piden productos del mar sin ir a lo barato».

Otro plato que está triunfando (nunca ha dejado de hacerlo) es el pulpo á feira, icono de la gastronomía gallega. Nunca falta en las romerías ni en los locales de restauración, y además de ser una tapa y sobre todo ración es, junto con el anterior (a veces, en distinto orden, pero ambos copando los dos primeros lugares) más requerido en numerosos restaurantes como Mar de Ardora (Cabana), As Hortensias (Corcubión), O Recreo y Don Percebe.

Con la variante de pulpo a la plancha, más moderno es el pulpo flambeado, muy solicitado en el restaurante D´Alvaro, en Muxía. El propietario del negocio, Álvaro Rodríguez, cuenta la fórmula: «Córtase en tiras en vez de en tacos, macérase con pimentón e sal, vai á prancha, adóbase con allo e perixel, tóstase por ambos lados, bótaselle brandy, e acompáñase cuns cachelos».

Obviamente, los pescados no se quedan muy atrás. «Os estranxeiros tíranse ao mero e á robaliza», dice el dueño de Casa do Arco (Laxe), Fermín Martínez. Una comida que está muy de moda es la parrillada de pescado. En el restaurante Mar e Terra, de O Ézaro, es lo que más solicitan los comensales, y contiene «sargo, bicudo e palometa», señala Javier Lado, el propietario.

Un cuarto puesto en este ránking veraniego de la resturación de la Costa da Morte lo ocupan los mariscos variados. Zamburiñas, navajas, almejas, percebes, centollo y buey de mar son pedidos frecuentemente. En el caso de Don Percebe (y de otros muchos), los sirven mezclados en una gran mariscada. Dependiendo de la zona y del local del que se trate, también hay peculiaridades. En el Miramar, en Corme, triunfan los percebes, producto característico de O Roncudo.

En Camariñas, por otro lado, es famoso (las especialidades de cada lugar son muy valoradas por los clientes) el entrante de croquetas de centollo que se sirve en La Marina. Y las sardinas a la brasa, por citar otro caso, son uno de los productos estrella del Finisterre, en Caión.

«Á xente non lle importa pagar pola comida de calidade», dice Víctor Duarte