Toponimia en las calles coruñesas

Santiago Garrido Rial
Santi Garrido CRÓNICA CIUDADANA

CAMARIÑAS

12 abr 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

El gobierno local de A Coruña está llevando a cabo el cambio del nombre de varias calles en cumplimiento de la Ley de Memoria Histórica. Nada que objetar a eso (muchos residentes protestan más por la variación en la numeración que por la denominación en sí, según cuentan las crónicas), aunque, ya puestos, podría adecuar el callejero a la normativa oficial, recogida en el nomenclátor de la Xunta. Con el habitual riesgo a equivocarme, debe de ser uno de los cuatro o cinco municipios gallegos -no más- que aún no respeta los nombres oficiales, imagino que por motivos de dejadez histórica. Y eso que en el 2008, cuando el PSOE gobernaba la ciudad en coalición con el BNG, se realizó un amplio trabajo de recopilación de nombres para ser adaptados y sustituidos. Tal vez en algún documento oficial se haya producido tal variación, pero las placas siguen donde estaban. Los cambios, ya puestos, podrían ser todos, no una parte.

Pero este es un asunto propio de A Coruña. ¿Qué tiene que ver con la Costa da Morte? Pues que muchos de esos nombre son originarios de la comarca. En la ciudad herculina abundan las referencias a la zona, desde la Calle de las Camariñas, próxima a la Torre de Hércules, al Mosteiro de Moraime. Más bien, monasterio, que así es como figura. Ese era una de las muchas variaciones previstas.

Hay muchas más. Algunas chirrían, como Villa de Lage. La Avenida de Arteijo es otro de los clásicos, lo mismo que la calle Río Jallas o la Finisterre. En idéntica línea se encuentra Baldayo. Otras contienen errores que se repiten en muchos más lugares (incluso en los aludidos) como Laracha, sin el determinante, o Ézaro, lo mismo. Todas ellas estaban en aquella lista que tanta tensiones llegó a crear en el seno del bipartito. Es posible que la actual corporación tenga la misma pretensión, pero pese a haberla buscado, no la he encontrado. Si es un error, se corregirá.

Lo de la toponimia da mucho de sí sin salir de estas fronteras. Llevarla a rajatabla a veces es complejo. Hay muchos ejemplos. Uno de ellos es Agualada, que algunos se empeñan en denominar Augalada, como el lugar que hay en la parroquia de Bascoi (Mesía), y otros, Agolada, como un lugar de Barreiros (Lugo) o el municipio pontevedrés. No: es Agualada, pero con artículo: A Agualada. Aparece en muy pocos lugares, como son escasos aún los documentos o notas oficiales (cada vez, eso sí) del Concello de Camariñas que respetan la A inicial de Ponte do Porto. Quedan también casos de quienes aún escriben Cée o Zás, por motivos tan extraños que no me alcanzan. Y menos mal que lo de Carballo no lo varía nadie. No, nos riamos: alguna vez ha caído por ahí un Carvalho