Leiras cultivadas en pleno casco urbano

Santiago Garrido Rial
s. g. rial CARBALLO / LA VOZ

A LARACHA

Jose Manuel Casal

En Carballo subsisten un buen número de solares trabajados, aunque también se ven en A Laracha y otras localidades

27 may 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Hay trigo, patatas, maíz, coles, lechuga, ajos y cebollas, hierba que se corta con regularidad... En numerosas calles del casco urbano de Carballo -y también de otros núcleos de relevancia, como A Laracha), los campos cultivados se encuentran con enorme facilidad. A unos metros del juzgado carballés, por ejemplo, un gran solar bien cuidado ofrece cada año alguna siembra, generalmente cereal, como ahora el trigo. Lo curioso de todos estos casos es la cercanía al centro, no precisamente en los aledaños, donde es mucho más común, y al lado de edificios de envergadura y de calles urbanizadas o pendientes de hacerlo con las cesiones correspondientes, algo que en ciertos barrios puede durar años. Los propietarios, en vez de dejarlas en el abandono, prefieren sembrar y recoger. En cada vez más ciudades esta práctica va a más, como medida de aprovechamiento de solares sin uso. Desde la zona próxima a la catedral de Santiago, por citar un caso cercano, por detrás de Raxoi, hasta el barrio del Pilar de Madrid, plagado de rúas que evocan la Costa da Morte, desde Corcubión a Fisterra o Carballo.

En los casos bergantiñáns y laracheses no se recupera nada, simplemente se mantiene. A algunos la modernidad viaria les llegó con mejoras en carreteras, pero siempre estuvieron allí, como ocurre con la Vila de Negreira, donde a uno y otro lado, crecen numerosas especies. A pocos metros, en línea recta hacia el norte, la Gran Vía. Entre el centro de salud, el centro comercial y el instituto Parga Pondal hay un prado de grandes proporciones en el que aún pastan algunas vacas. En una esquina de la avenida de Fisterra con Celso Emilio Ferreiro sobrevive un gallinero. A muy pocos metros, ya en la esquina con la Castelao, una finca de maíz. Entre Fiunchos y Carlos Casares, unas ovejas pastan con gran tranquilidad a diario. En la avenida de Bergantiños, la prolongación de la vía, no muy lejana en el tiempo, dejó a ambos lados leiras que no tienen nada que envidiar a las de la zona rural. Por Xasmíns, y otras próximas en el Barrio das Flores, hay algunos huertos que denotan un cuidado delicado y diario, que también se encuentra en las inmediaciones del Pazo da Cultura.

Estos días, los cultivos se aprecian en todo su esplendor. A partir de agosto comenzará la recogida. En ambos casos, toda una clase al aire libre que pueden aprovechar sobre todo los más pequeños.