Gelucho tiene las bajas de Juanín, García y Gorka ante el Paiosaco
19 mar 2017 . Actualizado a las 05:00 h.El Estudiantil decidió declarar hoy como Día do Clube en el inicio de la cuenta atrás definitiva y ante un rival directo en la pelea por el ascenso. En el campo de Callobre recibe (17.00 horas) la visita del Paiosaco, tercer clasificado y a cuatro puntos de los estradenses. Un triunfo local les dejaría un colchón apreciable a falta de nueve jornadas para el final de liga. Pero Gelucho mantiene su filosofía de ir partido a partido, sin marcarse otro objetivo que el ya cumplido con creces, salvar la categoría.
En este encuentro cuenta con las bajas del sancionado Juanín, además de Gorka y García lesionados. El técnico del Estudiantil loaba la buena temporada del Paiosaco, «que está terceiro por méritos propios e vai a ser moi compricado gañar». Incidía en la similar filosofía de fútbol de ambos equipos, con gusto por tener la posesión del balón y combinar, además de imprimir velocidad ante la portería contraria.
Gelucho espera a un rival con intención, en busca de los tres puntos y de la victoria para no descolgarse de los puestos de ascenso. El técnico estradense confía en una afluencia mayoritaria de aficionados para apoyar porque, dijo, «debe estar contenta da imaxe que estamos dando e creo que a xente desfruta do noso xogo».
Para el entrenador, treinta puntos todavía en disputa «é un mundo e hai que seguer pensando en que queda moito». Alude por ejemplo a que pese a las diecisiete victorias sumadas, cuatro consecutivas, hay equipos a escasa diferencia en la clasificación y no se pueden echar las campanas al vuelo sobre las opciones de ascenso. Pero sí destacó Gelucho la línea ascendente de juego, como el mostrado el pasado domingo ante el Mugardos.
«Chegamos á recta final da liga nun bo momento físico e de xogo, pode que non ter presión extra axude a pesares da obriga moral de intentar gañar sempre todos os partidos», significó el técnico. Sentirse a gusto, con confianza y con buen nivel de entrenamientos, también facilita ese juego vistoso y al que además acompañan los resultados. Y el físico, que les permite «competir a un ritmo moi alto os noventa minutos».