Carballo, A Laracha, Baio, Ponteceso, Vimianzo y Camariñas acaparan los controles
28 feb 2017 . Actualizado a las 05:00 h.Once de la mañana de ayer. Cuartel de la Guardia Civil de Carballo. Una veintena de agentes a bordo de seis patrullas iniciaron un amplio periplo por el extrarradio de la capital carballesa. Un cabo primero lleva consigo un exhaustivo mapa del término municipal. El objetivo, localizar los puntos calientes de entrada y salida de delincuentes, en especial atención a O Monte do Carme y A Colina. Y es que la Guardia Civil ha decidido poner coto a tanta oleada de robo en la Costa da Morte, que provocó en medio centenar de establecimientos en apenas medio año.
Los responsables de la quinta compañía en colaboración con la comandancia de A Coruña decidieron intensificar la presencia de patrullas por la zona. Hace unas tres semanas los mandos del instituto armado se pusieron en contacto con la Subdelegación del Gobierno para notificar su intención de incrementar la presencia de agentes, sobre todo, durante las noches.
Así, de una patrulla con tres agentes para controlar varios concellos se ha pasado a triplicar e, incluso, quintuplicar medios, tanto humanos como técnicos, para garantizar la seguridad en la comarca. Cada operativo lo integran como mínimo, cuatro vehículos y ocho agentes, con un suboficial o un oficial a mayores al mando del operativo. Incluso hubo jornadas con más de 14 agentes. Estas labores se llevan a cabo durante toda la semana, desplegando servicios especiales los fines de semana y jornadas festivas, cuando se producen, en teoría, más hechos delictivos. En estas actuaciones participan, de forma habitual, agentes del Servicio de Intervención Rápida (SIR). Aunque estas patrullas peinan toda la Costa da Morte, sus integrantes concentran sus esfuerzos en aquellas localidades en las que más robos y asaltos se han venido produciendo en los últimos meses. Las patrullas vigilan de forma especial Carballo, A Laracha, Baio, Ponteceso, Vimianzo y Camariñas.
Estas actuaciones no se parecen en nada a lo que se viene realizando en los últimos tiempos. Son controles denominados de seguridad ciudadana. Son aleatorios, se montan y se desmonta con suma rapidez y consisten en parar vehículos, revisarlos por completo e identificar a sus ocupantes. Se efectúan en aquellos puntos calientes por ser escenarios de robos o lugar de residencia de presuntos delincuentes. Y es que una gran parte de la treintena de turismos robados, sobre todo en el área metropolitana de A Coruña, para cometer sus fechorías han aparecido en su mayoría en lugares del extrarradio de Carballo. Sobre todo en pistas secundarias de difícil acceso en San Lois, A Colina y O Monte do Carme.
Cada dispositivo lo integran un mínimo de nueve agentes, llegando incluso
a la veintena