Mucha misa

Cristina Viu Gomila
Cristina Viu LA ATALAYA

A LARACHA

06 sep 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

El mundo no está como para andar desperdiciando feligreses, pero si por la fe o por la tradición hay que pillar una insolación se pilla y punto. El sol que ha lucido inclemente este verano en la inmensa mayoría de las fiestas de la Costa da Morte ha puesto a prueba el aguante de muchos, sobre todo en las misas de campaña. La de A Milagrosa del domingo fue casi de martirologio. Más de una hora se pasaron al sol los que por su posición de autoridad o por su devoción ocuparon el centro de la plaza y los que no pudieron encontrar un pedacito de sombra, más cotizada que los percebes de O Roncudo la víspera de Nochebuena. Tal era la que caía que algunas señoras se olvidaron de su coquetería y directamente se colocaron la chaqueta sobre la cabeza, a modo de parasol, lo que, además del conjunto, les estropeó el peinado.

Las más veteranas vivieron armadas de gorras o de paraguas, porque la experiencia es un grado y más cuando se trata de las cosas del tiempo.

Lo cierto es que la Virgen tiene mucho predicamento en el barrio y en el resto de Carballo, por lo que todo el mundo aguantó estoicamente los 35 grados centígrados que caían del cielo como una maldición, pero también envidiaron el palco sombreado en el que estaba la santa y desde el que se oficiaba la misa, de una longitud adecuada para honrar a A Milagrosa, pero excesiva para salvarse de una insolación.

Habrá que ver qué pasa en Os Milagres de Caión y en A Barca de Muxía, aunque allí corre algo más el viento. Realmente este verano los fieles están siendo puestos a prueba como san Lorenzo, que fue asado vivo a la parrilla.