El voluntariado no logra echar raíces en los concellos de la Costa da Morte

Cristina Viu Gomila
Cristina Viu CARBALLO / LA VOZ

A LARACHA

José Manuel Casal

Muchos jubilados contribuyen con su labor, pero falta organización e iniciativa

29 may 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Lo mismo limpian de hierbas y verdín una escalera que acompañan a los niños al colegio, les dan clases de refuerzo o presiden un GAC. Son jubilados que colaboran con asociaciones o que participan en programas municipales por propia iniciativa. Se trata de casos aislados.

El voluntariado no ha terminado de calar en la Costa da Morte. Hay iniciativas de la Xunta dedicadas a los jóvenes, pero nada previsto para aprovechar la experiencia y las ganas de seguir contibuyendo de muchos mayores de 65 años que resultarían extraordinariamente útiles para los concellos. De hecho, la mayor parte de los alcaldes consultados reconocen que la regulación del voluntariado sénior sería un modo de ahorrar costes y ofrecer más y mejores servicios, pero no hay nada regulado. En Carballo hubo alguna iniciativa en forma de banco de tiempo, pero no llegó a cuajar.

Sí se solicitaron voluntarios para el Pedibús (para que los niños vayan andando al colegio). Entre las personas que acompañan a los pequeños está Gemma Paz, profesora jubilada que también lleva el equipo femenino del Xiria de balonmano. Cáritas es otra de las organizaciones en las que jubilados pueden ofrecer su ayuda. En Carballo, Fina Rey, que fue docente, ayuda a escolares con dificultades y en Caión, Evaristo Lareo sigue con la cofradía y al frente del GAC. Tiene tiempo a pesar de que tuvo que dejar de ser patrón mayor.