Los deportivistas de Bergantiños en Berna se unen en una peña

Santiago Garrido Rial
S. G. Rial CARBALLO / LA VOZ

A LARACHA

Óscar Porto, de A Laracha; Marc Pena, de Carballo, y Cristian Rodríguez, de Fornelos, crearon la entidad

29 ene 2016 . Actualizado a las 10:11 h.

Peña Deportivista Bergantiños de Berna: así se llama. Es la nueva entidad de aficionados del Dépor, que echó a andar en junio, pero que es oficial desde hace poco. El nombre de Bergantiños tiene un doble sentido: la mayor parte de sus miembros son originarios de la comarca, y de paso rinden un homenaje a Álex Bergantiños.

El otro nombre es el de Berna, la capital suiza. Peñas hay muchas, pero en el extranjero, no tantas. En el país helvético hay dos más, una en Zúrich y otra en Friburgo. Ahora le toca a la capital (hace tiempo había funcionado la Súper Fran, pero quedó sin actividad), donde en los últimos años ha habido un notable incremento de la emigración procedente de la Costa da Morte. Comenzando por el presidente, Cristian Rodríguez Fernández, de 33 años, natural de Fornelos, en Baio. En abril cumplirá cuatro años en el cantón alemán. Fue uno de los impulsores. Los otros dos son Óscar Manuel Porto Candedo, de Soandres-A Laracha, que figura como vocal, y Marc Pena Brandulas, de Carballo, el vicepresidente. La secretaria es Mari Paz Rodríguez Souto, de Carballo. Son ya 22 miembros, y aspiran a llegar a 28 en breve. Casi todos establecidos en Berna, salvo uno o dos, y casi todos además de Bergantiños y su entorno, con excepción de dos o tres, procedentes de Pontevedra.

El lugar de reunión y sede es A Nosa Taberna, un bar obligado y ya clásico -pese a su juventud- para la colectividad gallega y la gente de la comarca en la ciudad suiza, que regenta José Antonio Calvo, de Rial, en Zas. Un veterano de la hostelería (aunque tiene otra ocupación principal), encargado muchos años del Centro Galego, que siempre estuvo en manos de bergantiñáns. Es este el espacio en el que ven los partidos del Dépor. Los que prefieran ver otros tienen más aparatos en el local. También se desplazan a Galicia: ya lo han hecho para presenciar el derbi contra el Celta. Y organizan actos: a mediados de marzo seguramente se celebrará una churrascada. Lo que les motiva es juntarse los amigos y vecinos, hablar del equipo, comentar novedades y pasarlo bien. Una receta que vale mucho en cualquier parte, pero bastante más a dos mil kilómetros y donde es necesario defenderse en alemán.

A Cristian, lo del fútbol no le viene de nuevas. Jugó muchos años en equipos de la zona. Pasó por el Baio, el Sofán y el Nantón. En este último jugó prácticamente hasta una semana antes de emigrar. Era aquel momento en el que, cuando surgía una oportunidad, muchos jóvenes cogían el coche, el avión o el taxi. En realidad, aún lo sigue siendo, pero ahora las oportunidades son menores. No hay sitio para todos. «Eu adapteime ben, xa lle vou dando ao alemán», explica.

Cristian ya no puede jugar, por cuestiones de salud (un par de operaciones), pero el gusanillo se lo quita como entrenador, al frente del CF España, en la quinta liga. La mayoría de sus jugadores son hijos de emigrantes, bastantes de ellos de la zona. Una vez al año, Calvo organiza un macrotorneo de fútbol con churrascada incluida y Berna es una fiesta. El España, que tiene más conjuntos, siempre participa. Son actividades que ayudan a llevar mejor la morriña, apaciguada sobre todo por el contacto constante gracias a las redes sociales y, también, por los productos gastronómicos que llegan con regularidad. Ahora muchos podrán sumar la afición a los colores blanquiazules, de los que Bergantiños en su conjunto siempre ha formado parte esencial.