Aquel fatídico 1 de marzo

Brais Capelán LA CONTRACRÓNICA

A LARACHA

21 abr 2015 . Actualizado a las 23:48 h.

El Laracha necesita un milagro para continuar en Tercera la próxima temporada. La cita de este fin de semana ante el Sanxenxo se antojaba clave, con ambos conjuntos luchando por la salvación. Pero una racha de cinco derrotas consecutivas y más de dos meses sin ganar hacen que la situación sea más dramática si cabe.

La directiva larachesa fue valiente en verano. Tras la marcha de Manuel Mosquera al Fabril, confió el puesto a Ambrosio Oróns. Él había sido partícipe de la etapa más gloriosa del club, siendo el segundo de José Luis Vara y llegando a disputar una fase de ascenso. El comienzo de temporada fue duro e hizo presagiar que Oróns no comenzaría el año en el banquillo. Pero, de nuevo, la junta fue valiente ratificándolo en el cargo.

Y llegaron las victorias. Cinco desde diciembre, claves para que el Laracha arañase la salvación y experimentase un nivel de juego que invitara al optimismo. Pero llegó el 1 de marzo y Extremadura Hernández. Nadie podía pensar que el colegiado vigués y su desastrosa actuación podrían sumir al equipo en la crisis deportiva e institucional en la que se encuentra. No se pueden justificar el comportamiento de los jugadores y el entrenador tras el pitido final, pero sí que se puede llegar a entender la frustración del equipo.

Desde entonces parece que el recuerdo de aquel partido continúa en la mente de los jugadores. Son ya 61 días sin conocer la victoria y, de producirse este fin de semana, podría ser demasiado tarde. Nadie garantizaba una campaña tranquila para los laracheses, pero la situación se volvió insostenible cuando el equipo de Oróns más merecía mantener la categoría.

El Laracha, uno de los clubes con menos presupuesto de la Tercera gallega, merece todo el respeto, juegue donde juegue la próxima temporada. Se sobrepuso a los pésimos resultados del comienzo de liga, pero no supo digerir la rabia y frustración que supuso perder como se perdió ante As Pontes aquel fatídico 1 de marzo.