La avispa del castaño también ataca las fincas de la Costa da Morte

Santiago Garrido Rial
s. g. rial CARBALLO / LA VOZ

CARBALLO

Ana Garcia

La plaga, ya muy extendida, impide el crecimiento y la floración de los árboles

26 may 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Los castaños tampoco se libran de las plagas en la Costa da Morte, y su suman así a una larga lista de problemas en diversas especies (eucalipto, abeneiro), producciones (patata) o insectos (la avispa asiática). En este caso es otra avispa, conocida como la avispilla del castaño. Técnicamente Dryocosmus kuriphilus, originaria de China y que llegó hace unos 4 años a Cataluña. Poco a poco se ha ido expandiendo por el norte, sobre todo, y es justo ahora en primavera cuando más se notan sus efectos, hasta principios del verano. Coincide con la floración de los castaños, y la impide. Así que no hay crecimiento y tampoco fruto.

Este problema está causando gran alarma en varias áreas de Galicia donde la producción de castañas es un pilar básico de la economía, desde Ourense a O Courel. En la comarca, pese a que hay algunos soutos relativamente grandes, el castaño aún se ve como un árbol de menor relevancia productiva, nada que ver con la importancia del pino o el eucalipto. Pero, aun así, hay decenas de miles de árboles, y sus propietarios van a ver mermada su cosecha, modesta o no, de castañas.

Uno de esos pequeños propietarios es Evaristo Domínguez Rial, que tiene 200 ejemplares en una finca de O Sisto (Gándara, Zas). Plantados hace unos 15 años, le daban unos 200 kilos de castañas. Este otoño no va a ser así. Caso todos los árboles están afectados por la avispilla. Está ya cansado de ver cómo actúan: «Nas xemas da pranta, onde brota a flor, poñen os ovos, e sae como unha especie de bola. Nin a flor nin o brote van adiante». El problema lo detectó el año pasado. Coincide en el tiempo con otras zonas de Galicia. Alguna planta también le ha secado.

Domínguez es un habitual de las rutas por la comarca de Senda Nova. Además de ver patrimonio y naturaleza, también han detectado este problema. Lo corrobora el presidente de la entidad, José Manuel Menéndez. «Vese por todas partes», explica. Y en los de todas las edades. Incluso en los pequeños que plantaron en Oza recientemente, en el Día da Árbore. Curiosamente, acaba de regresar de un viaje a Asturias y allí ocurre lo mismo. Casi llama más la atención donde no está infectado que donde lo está. En la comarca hay algunos soutos llamativos, desde el de O Allo al de Daneiro, y otro muy importante en la Ribeira da Pena, cerca de Aldemunde, Carballo. También hay un lugar en Entrecruces que se denomina Soutogrande, herencia toponímica de lo que un día debió ser. Hoy ya no quedan castaños aquí, pero sí alrededor. Precisamente una vecina de esta parroquia carballesa alertaba esta semana a esta Redacción que ya ha detectado la presencia de la avispilla. En este zona, como en las demás, esta plaga se combate con otro depredador, el Torymus sinensis, otro insecto que combate al primero. Las sueltas la realiza Medio Rural, y habrá una (si no la ha habido ya estos días) en Entrecruces.

«Hai que denunciar donde hay avispilla»

d. c.

Ha comenzado ya la suelta masiva de Torymus sinensis en varias zonas de Galicia. Jesús Quintá, presidente de la Indicación Xeográfica Protexida Castaña de Galicia, está a la expectativa de los resultados y de que el número de ejemplares sea el suficiente para tratar de frenar la expansión de este insecto, que en Italia mermó la cosecha en hasta un 80 %. La elevada demanda que existe en toda Europa para conseguir ejemplares genera preocupación por si no hay existencias suficientes. «Habilitaron 2,5 millones de euros para la compra de Torymus. Está previsto que repartan más de un millón de ejemplares y no sabemos si será suficiente hasta que no esté extendido por los soutos. En Galicia, y a pesar de las prohibiciones del Ministerio de Agricultura, fuimos más ágiles que, por ejemplo, Italia en su momento, y todo hay que decirlo, fue gracias a la presión del sector», explica. Cree que es «muy importante que se denuncien los lugares en los que se detecte la avispilla para las sueltas de Torymus».

Por si fuera poco, parece que otro problema más afecta a los castaños: un hongo que invade la corteza y provoca que el árbol seque. Es lo que teme Roque Lema, de A Piolla (Nantón), casi un pionero en la plantación de esta especie en los últimos 20 años, cuando empezó con unas 2.000 plantas, ya muy crecidas. Está esperando los resultados de las pruebas encargadas para ver de qué se trata. Mientras, otra plaga contra la que lucha a menudo es la de quienes paran sus coches al lado de sus fincas e, ignorando la prohibición, se llevan sus castañas. «¡Hai algúns que ata veñen con baldes!», asegura.