La Olympus ganó a la lluvia en Baio

Marta López CARBALLO / LA VOZ

CARBALLO

ANA GARCÍA

La formación nicrariense puso el martes el broche final a las fiestas de San Cristovo

13 jul 2017 . Actualizado a las 13:31 h.

Dicen que el gallego cuenta con 70 palabras para designar la lluvia. Chuviscada, orballo, poallada, zarzallo, chaparrada, chuvieira... Pese a todo, ninguna pudo con las ganas de fiesta que se respiraban el Baio el martes con la actuación de la orquesta Olympus.

Pasada la medianoche, el público se agazapaba bajo una carpa que se antojaba insuficiente para los presentes mientras danzaban con el grupo Samba. Con la llegada de los tradicionales fuegos artificiales, los afortunados que habían logrado encajarse dentro de la carpa peregrinaban en masa al exterior para observar el espectáculo pirotécnico. Dejaban así espacio para aquellos que, habiendo llegado más tarde, les había tocado quedarse bajo esa fina lluvia que, aunque no lo parezca, moja. Y mucho.

Seguidamente era el turno de Olympus, formación que encabezaba el San Cristovo baiés de este año. Como viene siendo habitual en el mundo orquestero de las últimas temporadas, comenzaban el concierto con cierto espectáculo visual que daría paso más tarde a un repertorio fundamentado en el género latino, tomándose alguna que otra licencia para lucir las capacidades vocales de los cantantes.

Tras una sucesión de cumbias y merengues para dar calidez a la fría respuesta de los presentes ante los primeros temas interpretados, uno de los vocalistas se bajaba del escenario y se arrancaba por rancheras mientras la lluvia servía de sutil aderezo a los estribillos. Así, pasadas las dos de la madrugada, el público baiés cantaba al unísono el Rodar y Rodar mientras el cantante Jorge Ferre afirmaba ser el rey. Poco a poco, la edad media de los presentes descendía sin fin mientras los más jóvenes se hacían eco de su llegada a la fiesta. El repertorio viraba rumbo hacia una dirección más actual, con los temas que monopolizan las listas de éxitos. Los cinco vocalistas se ponían en la piel de Shakira, Luis Fonsi o Enrique Iglesias. Peke Moreira, un veterano ya de la Olympus y líder de la formación, coreaba los nombres de sus compañeros mientras apelaba «a esa xuventude de Baio» a cantar los temas junto a ellos.

Hubo también espacio para el humor, para las imitaciones y para una siempre espectacular Irene Iglesias, que interpretaba el Tango de Roxanne con la complicación añadida de no caerse en un escenario anegado por el agua caída a lo largo de la noche.

Más allá de las 3 de la madrugada, y en un campo de la fiesta que se vaciaba por momentos, la Olympus daba por finalizado su primer pase. Lejos de terminarse la verbena, el grupo Samba recogía el testigo de los nicrarienses. Ya al alba, el público baiés se retiraba aguardando ya con anhelo el próximo San Cristovo.