Los ritos ancestrales regresaron el miércoles a los muros de la capilla de la Virxe do Monte con la celebración de una Noite de Solpor que congregó a camariñáns de todas las edades, entre ellos, el propio alcalde, Manuel Valeriano Alonso de León. La velada comenzó con una cena campestre para dar paso a continuación a un espectáculo pensado para recuperar antiguos ritos vinculados al solsticio de verano y relativos a cuestiones como las cosechas, la salud y la fecundidad. Esta vez, los protagonistas de esta fiesta organizada por el Concello con el apoyo de la Diputación recuperaron otro ritual más: el que asociaba el cambio de tejas de las ermitas situadas junto al mar con la evolución meteorológica. Y todo ello en un ambiente festivo en el que no faltó la música ni la queimada.