Los siete fulares capitales

Patricia García Lema
PATRICIA GARCÍA REDACCIÓN / LA VOZ

CARBALLO

MARCOS MÍGUEZ

Las blogueras explican por qué estos pañuelos están de moda y cómo llevarlos para ir a la última

28 abr 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Son la ultratendencia de la temporada, los siete fulares capitales, el complemento perfecto para redondear tus looks este verano. Y no solo este verano. Perfectos también para el otoño, el invierno y la primavera. Pañuelos exclusivos capaces de convertirse en pañoletas para el pelo, adornos para el bolso, muñequeras, tops para lucir moreno con unos shorts o anudados al cuello. Son ese deslumbrante objeto de deseo de las pasarelas. Cubiertos de percebes de O Roncudo, o de fauna gallega.

«Es un complemento que le da un toque personal al look y que lo puede cambiar por completo», dice Martina Lubián, autora del blog homónimo de moda. «En invierno me gusta ponérmelos anudados al cuello y en verano colgado en el bolso, anudado a la muñeca o como cinturón». Su propuesta para verano: los fulares transformados en turbantes. «Si bajo con un bolso grande siempre llevo uno dentro, por si las moscas», cuenta Marta Fernández, la protagonista del blog Candies Closet. En Galicia, los «por si acaso» son el pan nuestro de cada día, y el fular puede ser la diferencia entre «salvarte de un catarro o no», sonríe Martina Lubián. «Es un complemento que te permite jugar con él y que sirve tanto para llevar de forma elegante sobre el cuello como en un look más atrevido o playero a modo de top», apunta Iria Lata, la creadora de tendencias en My blueberry nights.

Los fulares están al alcance de la mano y de todos los bolsillos. Camuflaxe, Fetiches, Ondiñas, Paxaros, Vintage, Fauna Galega y Roncudo son los nombres de cada uno de estos pañuelos inspirados en la iconografía de Sargadelos y diseñados por estudiantes de la Escuela Superior de Moda de la Facultad de Bellas Artes de Pontevedra, que ofrece cada domingo La Voz. La próxima entrega será Vintage. «Esta vez se trataba de un ejercicio académico que realizamos con los estudiantes de moda, a los que le facilitamos todo el material, como la iconografía y las propuestas estéticas de Sargadelos», apunta José Luis Vázquez Montero, de Cerámicas Castro.

Mezcla de camuflajes

«La fuente de inspiración fue la gráfica de Sargadelos. A partir de ahí hubo diseños que se centraron más en las grecas y otros buscaron otro tipo de inspiración como las colecciones de pájaros. Incluso se crearon elementos nuevos», explica la directora de la escuela de Estudios Superiores en Deseño Téxtil e Moda de Galicia (Esdemga), Lola Dopico. A la hora de elegir los motivos «se tuvieron en cuenta las tendencias del momento, como la mezcla camuflaje, tan de moda ahora». También los estampados con animales, la última obsesión de los grandes diseñadores. Difícil elegir uno. «Son todos preciosos, muy, muy tendencia », asegura Iria Lata. La solución es fácil, y la cuenta Martina Lubián. «Siempre llevo uno atado al bolso, como una borla, y pienso hacerme con todos para ir intercambiándolos».