«Pelexei moito, non me deron nada feito»

Cristina Viu Gomila
Cristina Viu CARBALLO / LA VOZ

CARBALLO

ANA GARCIA

Dos pequeñas granjas familiares pasaron a ser una sociedad con cinco titulares

13 abr 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Tino Fondo Costa, de 39 años, recibió ayer la visita del delegado de la Xunta Ovidio Rodeiro. La granja de Miraflores es un ejemplo de que las ayudas consiguen mantener en un nivel razonable el censo de agricultores en la Costa da Morte. La sociedad de la que forma parte incorporó en los últimos años a dos jóvenes, pero, además, realizó una importante reforma en las instalaciones que le permite ser competitiva y pagar nada menos que cinco sueldos, que, «na situación actual, son medios tirando a pequenos se fas as cousas ben e maiores se as fas moi ben», explica Tino Fondo.

Dos pequeñas granjas de dos hermanos de la parroquia de Anos acabaron convirtiéndose en una explotación en la que se multiplicaron las vacas, pero también el trabajo. Los cinco socios todavía no han conseguido igualar sus jornadas laborales con las de otros sectores. «Libramos dúas tardes á semana, pero se pola mañán temos que facer trámites ou ir ao médico tamén podemos facelo», explica Tino Fondo. El último viaje de vacaciones de la familia fue de una semana, a Mérida, donde tienen parientes. Han quedado en holgar quince días al año, pero no son seguidos. «Se estás dúas semanas fóra cando vés tes o dobre de traballo e non compensa», explica Tino, quien reconoce, sin embargo, que las horas le pasan volando porque la granja le gusta mucho.

Tino, hijo de Manuel Fondo, que se acaba de jubilar, estudió y se sacó el título de ingeniero técnico agrícola, pero no tenía otro objetivo que seguir con sus vacas. Entonces eran apenas 30, las mismas que tenía su tío. Ahora ambas familias llevan una explotación con 165 cabezas, de las que 80 están en período de ordeño.

Llegar ahí no fue fácil en absoluto. «Pelexei moito, non me deron nada feito», explica. Para hacer la gran inversión que supuso la nueva cuadra, la fosa de purín cubierta y los silos de cemento para el forraje, recibieron 130.000 euros. Ahora la Xunta ha sacado una nueva línea de subvenciones por 65 millones de euros, porque el mundo rural todavía tiene futuro.

La sociedad en la que está Tino garantiza que al menos haya dos familias jóvenes en una Cabana cada vez más despoblada, o que haya niños pequeños en una parroquia en la que la escuela unitaria todavía está abierta, dentro del Centro Rural Agrupado Os Remuíños.

La sociedad de Miraflores funciona como tal desde el 2013, aunque la inversión data del 2011 y todavía se están recuperando. A pesar de eso, las cosas no les van nada mal. Ahora trabajan para Lactalis, que no es la que mejor paga del sector, pero consiguen 30 céntimos por litro, lo que supone que hay que «facer as cousas moi ben» para conseguir la rentabilidad necesaria, lo que no es nada fácil.

Hay que ser muy profesional hoy en día para poder vivir de la producción láctea. Las empresas marcan el precio de la leche y el mercado global el de los piensos, por lo que es el manejo el que marca la diferencia.

«Movemos moito diñeiro, para maquinaria, alimentación, obras... Do que queda hai que sacar os soldos e non é fácil», reconoce el ganadero de Miraflores, pero lo cierto es que parece tan a gusto en la cuadra que queda claro que por nada del mundo haría otra cosa.

El suyo no es el único caso. Muchos ganaderos dieron estudios a sus hijos y quisieron que se dedicaran a otras cosas, pero la leche debe tirar más que la sangre y en los últimos tiempos, a pesar de la crisis del sector, muchos de ellos han ido volviendo, pero lo han hecho con ideas y modelos de explotación nuevos, que hacen viables las granjas y las convierten no solo en un medio de vida, sino en una garantía contra la despoblación de la zona rural.

Datos. La granja de Miraflores produce 875.000 litros de leche al año, con una media de 95 vacas en ordeño, aunque en este momento solo hay 80. El resto son reses preñadas o novillas todavía. Recibieron 130.000 euros de ayudas, además de 20.000 euros de prima por cada incorporación de jóvenes.