El doctor Ángel Alonso, jefe de Nefrología del Chuac, situaba ayer la trascendencia de la enfermedad renal crónica: «Un problema epidemiológico importante que afecta al 15 % de la población». Si España está en la banda alta de riesgo en Europa, en Galicia todavía más debido al envejecimiento poblacional, subrayó el especialista, quien aclaró que a partir de los 40 los riñones pierden cada año capacidad de filtrado, de ahí que la edad ya suponga un riesgo. A ellos se suman otros, como la obesidad -sector en el que se duplica la patología-, la hipertensión y el colesterol, de ahí que las recomendaciones básicas tengan que ver con un estilo de vida saludable: dieta equilibrada, ejercicio, y huir de tóxicos como el tabaco y el alcohol.
Alcer realiza en esta línea el programa psicosocial Bule, en el que los enfermos «a través del ejercicio físico salen de casa, se relacionan, pueden compartir con otras personas...», explicaba Alberto Fidalgo, técnico de un plan de mejora de la calidad de vida de los pacientes que se desarrolla en once municipios.
Aprovechó el doctor Alonso para insistir en que «necesitamos más donantes», ya que hasta el 20 % de las personas en diálisis -más de 400 en el área del Chuac- son candidatos a trasplante. En este sentido, el nefrólogo subrayó los «números espectaculares» del comienzo del 2017, ya que en dos meses «hemos hecho 25, que son los mismos que realizó Santiago en todo el año pasado». Si la tendencia se mantiene, el Chuac, que acaba de celebrar los 3.000 trasplantes renales, podría cerrar el 2017 con un nuevo récord, por encima de los 130.