Ferroatlántica prepara la etapa de producción de polvo de silicio en Sabón

Antón S. Rodríguez ARTEIXO / LA VOZ

CARBALLO

PACO RODRÍGUEZ

La compañía lleva varios años estudiando fórmulas para obtener el producto a un precio muy competitivo

28 feb 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Imagine a una escudería de fórmula 1 trabajado en el monoplaza perfecto. Con el más absoluto secreto. Y durante casi una década. Sería fácil de entender la tensión y el nerviosismo en el momento en el que el nuevo coche ve la luz. En una situación similar se encuentran en la sede de Ferroatlántica, en el polígono de Sabón. Tras producir toda la vida toneladas de silicio a granel llevan años investigando la fórmula óptima -es decir, competitiva- para poner en el mercado un silicio más elaborado y purificado, directo para consumir. Y es, además, un silicio más caro que el de producción ordinaria.

El futuro de la fábrica pivota en torno a este profundo cambio estratégico. Y nada avanzará mientras las Administraciones no den luz verde a las posibilidades de financiación, es decir, permitir la venta de varias fábricas y centrales en la Costa da Morte. Recientemente, dos tercios de la plantilla de Ferroatlántica en Sabón han respaldado en votación el plan previsto por la empresa.

La de Arteixo es la única fábrica de silicio de Ferroglobe en España, una compañía que a nivel internacional produce cerca del 20 % de este producto, con lo que se puede considerar el mayor fabricante mundial.

El año 2004 es el punto de inflexión en este mercado. La demanda de la fotovoltaica se dispara y el silicio purificado se vende a 50 dólares el kilo, mientras que el producto a granel -el que actualmente produce FerroAtlántica-, se queda en apenas 2 o 3 dólares. Por eso la compañía, ya que adquiere la base del producto, quiere dar un paso más e incorporarse a un mercado más atractivo, si bien esos 50 dólares el kilo se han reducido sensiblemente desde entonces. La competencia de China tiene la culpa.

De este modo, en el 2008 se constituyó Silicio Ferrosolar y se crea una planta piloto donde se estudia la transformación del silicio para dejarlo en un grado de pureza rayando con el cien por ciento. Así lo exige la fotovoltaica. Los electrones no deben toparse con obstáculos, es decir, impurezas. En su camino por dar con la fórmula, Ferroatlántica ha desarrollado un I+D+i en el que han participado profesionales de varias universidades.

Robótica

La planta piloto es un gran silo azul donde se muele el silicio hasta conseguir el polvo más infinitesimal posible. Los trabajadores luchan aquí contra el mayor enemigo posible que es la contaminación de otros elementos (el boro y el fósforo son los habituales intrusos) que destruyen toda la producción. «Hemos aplicado robótica a nuestra planta, hemos encargado piezas especiales a una empresa de Pontevedra para realizar labores especialmente peligrosas si se hacen de manera manual», explica Ramón Ordás, consejero delegado de Silicio Ferrosolar. Se muestra especialmente orgulloso de un horno que trabaja con una capacidad de 500 kilos de silicio, cuando lo normal, para este tipo de producción, el volumen no pasa de los diez kilos, lo que supone una gran economía en el proceso.

Por eso recela de las imágenes que podemos tomar. «Hay mucho espionaje industrial en esto», confiesa. En esta máquina («tenemos seis en total, las otras están perfectamente custodiadas») se hace el vacío y se realiza el último golpe de purificación del silicio.

Anualmente esta planta piloto trabaja con unas 150 toneladas. Si el proyecto consigue los fondos necesarios, Ferroglobe construirá en Sabón una nueva fábrica para producir 3.000 toneladas al año de silicio elaborado. Supondrá la creación de cien puestos de trabajo y una inversión de 42 millones de euros en la nueva planta. De aquí saldrían para otros mercados polvo de silicio para baterías, impresión 3D… «La materia prima la tenemos, el cuarzo en Galicia del que obtenemos el silicio es de los de mejor calidad -explica Ordás-; estamos al lado del puerto exterior, de donde nos nutrimos de carbón de Colombia».

Pero el silicio de fotovoltaica necesitará de un proceso de combustión con menos impurezas y la solución es el carbón vegetal. «Estamos estudiando posibilidades de producirlo nosotros mismos», explica el consejero delegado.