«Todo lo que podamos reutilizar es una apuesta de futuro, para otras generaciones»

VERÓNICA COUTO CARBALLO / LA VOZ

CARBALLO

MARGA CRUZ

EL consorcio del Maresme destaca por sus resultados, siendo el que más recicla del área de Barcelona

13 feb 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Carles Salesa es el director del Consorcio de Residuos del Maresme, en el norte de Barcelona, y además es el alma máter de Recuwatt, un congreso internacional que trata temas claves para el sector.

-Empezamos hablando si le parece del Consorcio de Residuos del Maresme. ¿Cómo se organiza y qué entidades están representadas en el mismo?

-Es uno de los consorcios más antiguos de residuos que existen en España, yo casi diría en Europa. Está formado por todos los municipios de la comarca del Maresme, una comarca costera al norte de la ciudad de Barcelona con una población de medio millón de habitantes. Se creó en 1985 y a día de hoy estamos gestionando la tercera generación de instalaciones de tratamiento.

-¿Qué procesos utilizan allí para dar una correcta gestión a los residuos urbanos?

-Actualmente tenemos como estructuras principales del consorcio una planta de tratamiento mecánico-biológico que consiste en tratar, como indica su nombre, mecánica y biológicamente los residuos. Por un lado en un pretratamiento intentamos recuperar todavía aquellos materiales recuperables que hay en la facción resto o en la facción mezclada y después el rechazo de este pretratamiento inicial lo llevamos a la planta de revalorización energética que es donde producimos electricidad, básicamente. La parte biológica que comentaba al principio hace referencia a la materia orgánica que separamos en este pretratamiento puesto que lo podemos tratar en las instalaciones a través de un proceso biológico de compostaje o un proceso biológico de gestión anaerobia en el cual producimos también energía a partir de un gas que se obtiene.

-¿Cuál ha sido el secreto para llegar a ser uno de los principales ejemplos a seguir en la gestión sostenible de los desechos?

- Dos claves. La primera y más importante yo creo que es que llevamos muchos años gestionando residuos, entonces en todo este tiempo hemos cometido errores y aciertos, esto nos ha llevado a un modelo bastante maduro de infraestructuras y a poder tener unas instalaciones que funcionan con mucha corrección. El otro factor muy importante es todo el trabajo que hacen los diferentes ayuntamientos y sus respectivos alcaldes, regidores y técnicos municipales a la hora de diseñar sus recogidas. La combinación de ambas es la que hace que el modelo sea un éxito, somos la comarca del área de Barcelona que más recicla.

-¿Cómo definimos el término Economía circular?

-Desde el punto de vista del ciudadano significa que realmente cuando vayamos a comprar o a consumir cualquier cosa nos pensemos si realmente lo necesitamos. En segundo lugar, si lo necesitamos, que realmente aquello que vayamos a adquirir está hecho de una forma que sea sostenible, que esté hecho con unos valores ambientales, que sea fácil después su reciclado, su reutilización.

-¿Qué le diría usted a la población para que entendiesen la necesidad de reducir, reutilizar y reciclar?

-A día de hoy, buscar fórmulas para que el mensaje del interés ambiental que tienen las buenas prácticas relativas a los residuos, sobre todo con las nuevas generaciones, es fundamental. Es importante que ellos entiendan que el hecho de generar un residuo no es algo gratuito, desde el punto de vista ambiental. Ese residuo contiene unos recursos del tipo que sea y son necesarios para el futuro. El mejor residuo es el que no existe, por lo que todo lo que podamos reutilizar es una apuesta de futuro, para que las próximas generaciones puedan disfrutar de lo que tenemos.

«Hay un estancamiento en la recogida selectiva, hay que hacer cosas distintas»

Carles Salesa tiene un papel clave en el congreso internacional Recuwatt, con carácter bienal.

-Háblenos de la historia del congreso, cómo se gestó y qué balance hace de su recorrido

-Se creó ya en el 2011, inicialmente como un congreso centrado en la valorización energética de residuos. Con el paso de los años ha ido evolucionando. Esta última edición de Recuwatt hemos tratado temas de recogida selectiva, comunicación, concienciación, fiscalidad, nuevas tecnologías, tratamiento... Es una temática mucho más transversal.

-¿Cuáles fueron las principales conclusiones de la última edición?

-Estamos en un momento de mucha ebullición en el sector porque tenemos unos objetivos europeos muy exigentes, con el 50% de reciclado. En España estamos de regular a mal. Los datos marcan unas cifras de un 30% de reciclado y compostaje, por tanto el camino es largo. Lo peor es que hay un estancamiento en los sistemas de recogida selectiva y esto nos lleva a poner sobre la mesa la necesidad de hacer cosas distintas. Trabajar mejor y más la comunicación, la concienciación, utilizar herramientas como la fiscalidad. No solo es un tema de que existan las tasas de recogida en todos los municipios sino también que el ciudadano perciba algo que ya ocurre con otros servicios como puede ser el agua, que es que pagas en función del consumo que haces, no se paga una tarifa plana. Este pago por generación es algo que, de cara al ciudadano, es muy importante, que él pueda ver como afecta a su bolsillo el hecho de tener un hábito de reciclado u otro.