Las reacciones a la baja operatividad del aeropuerto llegaron ayer desde diversos frentes
10 dic 2016 . Actualizado a las 05:00 h.Las reacciones a la escasa operatividad de Alvedro por un horario limitado que reduce las posibilidades de negocio continuaron ayer tras conocerse la decisión de Inditex de construir un nuevo hangar en Lavacolla. Otros sectores, como la pesca o los consignatarios de buques de cruceros mostraron su malestar.
El Muro
Exportación de pescado. Los exportadores que tienen sus operaciones en el puerto de A Coruña siempre tuvieron en mente poder contar con el transporte aéreo para poder ampliar sus líneas de negocio, indicaron. Sin embargo, hasta ahora realizaron sus operaciones contando única y exclusivamente con el transporte terrestre para llevar el pescado y el marisco a los mercados nacionales.
Si bien ya existen exportadores que envían sus compras a otros países, «hacia Portugal, Francia, Italia, Argelia, Grecia, Egipto... estamos enviando el pescado de segunda, es decir, jurel, xarda, saboga». Dicen que si Alvedro contase con una terminal de carga refrigerada y con horario de 24 horas podrían diversificar su negocio y «enviar pescado fino al extranjero porque en muy pocas horas estaría en destino», aseguraron mayoristas del puerto.
Puerto de cruceros
Consignatarios. Desde hace muchos años los consignatarios que operan en la dársena coruñesa llevan reclamando que el aeropuerto opere las 24 horas del día. «Si Alvedro estuviese abierto podríamos convertir nuestra dársena en puerto base, es decir, un muelle donde pudiesen pernoctar los buques y embarcar y desembarcar pasajeros», apuntan. Varios consignatarios señalaron que ya no es la primera vez que utilizan vuelos chárter, en colaboración con las navieras y agencias de viajes, para fomentar el tráfico de cruceros. Sin embargo, de todos es conocido que Alvedro abre a las seis de la mañana: «Y si quisiésemos convertir el puerto en base de trasatlánticos a esa hora los pasajeros tendrían que estar embarcando». Recuerda un profesional que hace años fletaron «el Concorde con cruceristas para embarcar en A Coruña, pero aterrizó en Santiago».