«En invierno es más duro, pero hay poca gente, es mejor»

m.m. SANTIAGO / LA VOZ

CARBALLO

Todos prefieren optar por la temporada baja para «disfrutar del Camino sin las aglomeraciones del verano»

30 nov 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Los peregrinos de invierno tienen una característica en común, y es que todos prefieren optar por la temporada baja para «disfrutar del Camino sin las aglomeraciones del verano», explicó Rafael Lima, un peregrino de Brasil que llegó ayer a Santiago después de recorrer el Camino Francés. Este joven vivió en España hasta hace dos años, y tras regresar a Brasil, «sentí la llamada en mi cabeza para hacer el Camino y no lo pensé. No podría explicar las razones, pero ha sido una gran experiencia».

El colombiano Jorge Ordóñez se inclinó por el Camino Portugués y lo inició en Tui «para conocer esta tierra», tras verla a través del programa televisivo Galicia para el mundo. «La fama mundial de la Ruta Jacobea y el deseo de conocer Galicia fueron los que me llevaron a elegir el Camino para descubrir esta tierra», y aunque en «invierno es muy duro, es también mejor porque puedes peregrinar más tranquilo. El Camino desprende una espiritualidad que llena tu mente y tu corazón. Es una gran experiencia», afirma.

Durante los meses de invierno, los peregrinos que llegan a Santiago tienen que superar etapas especialmente duras por la climatología. En el caso del coreano Dongjun Aun: «Fue duro, pero yo soy muy fuerte». Este joven salió el pasado 29 de octubre de Saint Jean Pied de Port y tras 32 días de caminata cumplió su «promesa» de hacer el Camino tras un problema de salud. La elección del mes de noviembre fue porque «estoy de vacaciones, no podría haberlo en otra fecha». A lo largo de las jornadas de caminata se encontró de todo: «Nieve, lluvia, sol y frío, pero valió la pena. Es duro, pero es agradable caminar tranquilo».

Antonio Guarnieri es natural de Italia, pero vive y trabaja desde hace muchos años en el sur de Inglaterra. Su decisión de recorrer el Camino tiene que ver con «la necesidad de hacer algo en mi vida para mí». Trabaja en una fábrica inglesa y «nunca hice nada para mí. Trabajo para mí y mi familia, pero nada en exclusiva para mí; así que el Camino es algo mío». Arrancó su aventura el día 29, también desde Saint Jean Pied de Port, donde conoció a varios compañeros de viaje, entre ellos un grupo de coreanos que llegaron ayer a Santiago y otros peregrinos ingleses e italianos. «Fue duro, tuvimos mucha nieve en O Cebreiro, pero hay menos gente, y es muy agradable caminar pensando en uno mismo».

La gran ventaja de peregrinar en invierno es la tranquilidad del Camino, «en verano está muy saturado, y no disfrutas igual», comenta Jorge Ordóñez, quien considera que «sin duda, es duro, pero en verano la aglomeración resta intimidad».