El asunto se ha convertido en un hueso duro de roer para el gobierno local
20 oct 2016 . Actualizado a las 05:00 h.Desde 2014, cuando el nuevo contrato para la gestión del agua se debatió por primera vez en el pleno, este asunto se ha convertido en un hueso duro de roer para el gobierno local. Las reticencias de la oposición (PP, TeGa y PSOE), que en aquel momento contaba con la mayoría del pleno, obligaron a contratar el servicio por sólo un año a través de la Xunta de Goberno, en contra de la voluntad del BNG, que prefería un acuerdo de larga duración.
La mayoría absoluta que los nacionalistas cosecharon en mayo de 2015 desbloqueó la situación, y salió adelante el contrato por veinte años, con una opción de prórroga de cinco más. No obstante, una reclamación de una de las empresas que optaban a la concesión, primero, y las numerosas dudas de la oposición, después, dilataron aún más el proceso. Tras estos obstáculos, es posible, aunque no seguro, que en próximas fechas Gestagua se haga por fin con el contrato, una vez presente la documentación requerida por el Concello.
Estos retrasos han frenado, por tanto, las necesarias obras de reparación en la red. «Gane quen gane o concurso, vaise mellorar a rede de abastecemento», señala Evencio Ferrero. El pliego obliga a la empresa concesionaria, sea cual sea, a invertir en la ampliación de la red a la zona costera, un objetivo clave para el gobierno, y en la sustitución de las tuberías más antiguas, con lo que de esta manera se solucionarían las constantes fugas y roturas.
El regidor reconoce: «Temos un importante número de rúas con tubaxes de fibrocemento, que co paso dos anos vanse desgastando», y que en algunos lugares superan el medio siglo de antigüedad.
No obstante, el Concello ya ha aprovechado algunas obras recientes para renovar las canalizaciones. Es el caso de las rúas Valle Inclán y Colón y en la zona de O Chorís. y próximamente se hará en las rúas Ponte, Xúpiter y Desiderio Varela, entre otras.