Los ganaderos calculan que debe llover esta semana para evitar grandes pérdidas
05 sep 2016 . Actualizado a las 21:15 h.Si a lo largo de esta semana no llueve en la Costa da Morte la campaña terminará mal para los ganaderos. El maíz forrajero es uno de los principales activos de las granjas productoras de leche, ya que la alimentación de las reses se lleva casi el 70 % de los gastos de producción. Todo el ahorro que se pueda realizar en esa partida es un notable alivio para las cuentas de los profesionales del sector.
Si las cosas siguen como están, los granjeros calculan unas pérdidas de casi el 25 %. Dado que los beneficios que da la leche en estos momentos son muy ajustados, el hecho de que se reduzca la capacidad de autonomía de las granjas resulta muy preocupante.
Los ganaderos de la zona están a punto de realizar una de sus principales inversiones anuales. El ensilado del maíz es un gasto enorme, de unos 1.250 euros por hectárea, pero, a la vez, es la garantía de la alimentación del ganado durante un año. Cuanto menos dependa una granja de las compras, de la alimentación externa, mejores resultados económicos tendrá.
José Manuel Gil, de Cores, tiene parcelas por muchos lugares, muchas de ellas en zonas húmedas. Es de los que ha calculado que es necesario que llueva a lo largo de esta semana. Ya no se trata tanto de mantener el verdor en la planta o su crecimiento, que es importante, sino de conseguir un grano lo más alimenticio posible y para ello es imprescindible que haya agua.
La mayor parte de los productores de leche de la zona tienen fincas repartidas por varios lugares y, en general, las hay húmedas y secas. La proporción de cada una ellas en el cómputo general de la superficie de la granja será determinante este año para garantizar unos costes suficientemente bajos o, por lo menos, que no superen los 24 o 25 céntimos por litro que es lo establecido en la zona.
Los ganaderos de la Costa da Morte cuentan con una subida del precio de la leche de cara a septiembre. En la zona varía entre los 25 y los 35 céntimos por litro, aunque en julio hubo algunos ganaderos que no llegaron a los 20 céntimos a causa de las penalizaciones por falta de grasa, especialmente. En esta situación, la alimentación del ganado es fundamental por el coste que tiene, pero también por la calidad necesaria para alcanzar los niveles de grasa requeridos por la industria que en estos momentos demanda sobre todo calidad. De hecho, en los últimos meses se penaliza el exceso de producción. Las compañías que mejor pagan, como Entrepinares, bajan casi 15 céntimos por cada litro por encima de la producción de la última campaña.
En estas circunstancias, el silo de maíz es fundamental y la ausencia de lluvias obligará a muchos a tener que adquirir fuera una gran parte del forraje y ello disparará los costes.
Antonio Sánchez, de Langueirón, reconocía que las fincas que están junto a los ríos no están teniendo demasiadas dificultades, pero que las de secano tendrán una merma importante. Este ganadero calculaba que la media de pérdidas podía rondar el 30 %, que se irá incrementando a medida que pasen los días.
Probablemente, el ensilado comenzarán en unos quince días, pero el grueso se realizará a principios de octubre. Además de la sequía, la principal preocupación es que las lluvias lleguen precisamente cuando tenga que recolectarse el cereal.