Gran parte de los daños por las riadas quedaron solventados, pero hay zonas sin limpiar
25 jun 2016 . Actualizado a las 08:46 h.Poco a poco el refugio coristanqués de Verdes recupera su belleza. Los trabajos iniciados el día 10 van surtiendo su efecto. La empresa contratada para arreglar los daños y regenerar el entorno del cauce fluvial son más que visibles. Así, el mobiliario del paraje, seriamente afectado por las inundaciones de enero y marzo, ha quedado restaurado y listo para uso y disfrute de los usuarios, algunos de los cuales acudieron ayer a disfrutar de un churrasco y eso que el día no acompañaba.
Gran parte de las pasarelas de madera han sido arregladas y son perfectamente transitables. También fueron retirados gran cantidad de árboles, que se habían caído al río, estaban secos o bloqueaban el paso. Los operarios limpiaron y adecentaron la senda principal, que estaba destrozada por culpa de los temporales y el continuo desbordamiento del Anllóns. Los trabajadores, una vez retirada la madera (quedan por quitar pequeños troncos), han recubierto la senda, que quedó tapada con zahorra natural.
Sin embargo, quedan algunas cosas pendientes, como la retirada de los grandes troncos y restos de madera que taponan las bocas del puente principal del refugio, acumulándose en los pilares que fijan la estructura. También se hace necesario efectuar labores de desbroce en las sendas que circunvalan el cauce del Anllóns. Pero, sobre todo, hace falta una actuación integral de limpieza debido a la presencia de restos que nada tienen que ver con la biomasa. Ayer, sin ir más lejos, había restos oxidados de lo que fue un electrodoméstico. Continúan sin colocarse los carteles, a la altura de la fuente del refugio, advirtiendo del peligro que supone consumir ese agua, que ha provocado numerosas intoxicaciones estomacales por e-coli. Algunos usuarios preguntaban ayer si el agua de ese grifo era potable.