Eduardo Fonseca: «El exceso de higiene, sobre todo en niños, es perjudicial para la piel»

Fernando Molezún A CORUÑA / LA VOZ

CARBALLO

MARCOS MÍGUEZ

El dermatólogo hablará sobre la dermatitis atópica en el ciclo Charlas Saludables

06 jun 2016 . Actualizado a las 13:57 h.

La dermatitis atópica es una de las dolencias de la piel más frecuentes, sobre todo entre la población infantil. El doctor Eduardo Fonseca, Jefe del Servicio de Dermatología del Chuac, ofrecerá mañana una conferencia sobre este tema en Afundación, a las 20.00 horas, dentro del ciclo Charlas Saludables que organiza la Xerencia de Xestión Integrada de A Coruña en colaboración con La Voz de Galicia. La entrada es libre hasta completar aforo.

-Se trata de un problema muy común.

-Sí, pero la incidencia es especialmente intensa en la infancia. Y además va aumentando a medida que incrementa el desarrollo. En nuestra zona la prevalencia entre niños supera el 20 %.

-¿Qué produce esta dolencia?

-Hay una base genética necesaria para que se desarrolle, pero después hay una serie de circunstancias ambientales que favorecen su aparición. Esas son las que están relacionadas con el desarrollo de los países.

-¿Es entonces la contaminación lo que provoca que tenga tanta prevalencia?

-Esa es una teoría que en su momento estuvo muy en boga, pero parece que es precisamente lo contrario. No es la contaminación, sino la higiene, el hecho de que el niño se exponga muy poco a patógenos ambientales e infecciones oportunistas hace que el desarrollo de su sistema inmune no sea el previsto por la naturaleza y se haga propenso a reacciones de hipersensibilidad y alérgicas.

-¿Lavamos demasiado a nuestros hijos?

-Ese es sin duda uno de los problemas, el exceso de higiene, que es perjudicial para nuestra piel. Bañar demasiado a niños que tienen ya cierta predisposición a padecer una dermatitis atópica favorece su aparición. Los pacientes son atópicos de base. Y esas personas atópicas son propensas a padecer una serie de enfermedades y manifestaciones. Una de ellas esta dermatitis atópica, que no es otra cosa que esas manifestaciones cutáneas como piel seca, picor, eccemas...

-¿Es una enfermedad restringida a la infancia?

-La mayor parte de las dermatitis atópicas tienen una evolución positiva en el tiempo, tienden a remitir o, al menos, a tener una significación mínima. De hecho, en la edad adulta persisten menos del 10 % de los casos. Y estos, por lo general tienen manifestaciones leves. Esto no quita que no puedan darse casos más graves, pero no es lo habitual.

-¿Y tiene cura?

-No existe un método curativo, no podemos cambiar esos genes ni cambiar la inmunidad. Lo que tenemos hoy en día son tratamientos preventivos, adoptar una serie de medidas para evitar el desencadenamiento de los brotes y, por otro lado, medidas terapéuticas para evitar los síntomas y las lesiones.

-¿Qué podemos hacer para prevenir su aparición?

-Dependerá de cada caso. Si el problema del paciente es que tiene una piel muy seca, habrá que tratarla, evitar los productos que resulten irritantes, el exceso de baños y duchas, puede ser beneficiosa cierta exposición al sol... Hay varias medidas generales, pero que pueden variar dependiendo de cada caso en concreto.

-Es muy molesta, pero, ¿puede llegar a revestir gravedad?

-Es imposible establecer un esquema universal. El paciente atópico es muy individual y cada caso es muy diferente de otro. Hay pacientes que incluso necesitan un ingreso hospitalario o tratamientos con corticoides e inmunosupresores, fototerapia... Tratamientos muy agresivos.

-Se relaciona a menudo esta dermatitis con nervios y estrés.

-El estrés puede desencadenar prácticamente todo. No creo que exista enfermedad descrita que no se sospeche que pueda ser desencadenada por estrés. En este caso, en efecto, tiene un componente subjetivo importante.