Innovación y diversificación: ejemplo para el rural gallego

Luis García

CARBALLO

Visita a la planta de biogás por parte de la delegación coristanquesa.
Visita a la planta de biogás por parte de la delegación coristanquesa.

El viaje formativo de Fonteboa concluirá hoy, con el regreso a Coristanco

22 abr 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Entre las características de la agricultura del noroeste de Francia destacan la diversificación de las producciones, la cultura asociativa, el trabajo de grupo y la preocupación por innovar en producción y comercialización. Y esto es lo que están analizando los participantes en el viaje de Fonteboa. La cultura asociativa viene de lejos: a partir de un sustrato de ayuda mutua surgieron fórmulas diversas para dar respuesta a las necesidades. Como explica Aude Greaud, responsable de la formación de Agronomía del centro Meslay, con la implantación de las cuotas, en 1983, los agricultores franceses vieron una oportunidad en la introducción de otras producciones, las denominadas «hor-sol», esto es, las no dependientes de la tierra; y así granjas de aves, porcino o conejos fueron haciendo acto de presencia. Hoy, salvo las explotaciones muy especializadas, todas disponen de varias producciones. Por contra, en Galicia, comenta José Salvatierra, técnico de la Consellería de Medio Rural que repite este viaje cada cierto tiempo, no integramos esa diversificación, tenemos poca superficie agraria útil, demasiado monte improductivo y un sector lácteo con potencial pero con muchas debilidades por las carencias de base territorial y poca capacidad para innovar, por las carencias de formación.

El miércoles se visitó una explotación de leche muy tecnificada y con instalaciones de vanguardia y equipamientos de última generación. También un Gaec en el que se han reconvertido hacia la producción ecológica y la venta directa de los productos. Se acudió asimismo a una planta de biogás, puesta en marcha en una explotación de vacuno de carne y de aves, para producir electricidad a partir del estiércol y de otros restos vegetales que aportan empresas de jardinería de la zona. Para el jueves, ultimo día de estancia en La Vendée, el grupo reservó la oportunidad de analizar la iniciativa emprendida por una familia que a la producción de ovino ha añadido la transformación de la carne en platos cocinados. También se visitó el Gaec Grand Air, con varias producciones complementarias, pero que se interroga sobre el futuro de la sociedad, ante la proximidad de la jubilación de alguno de los socios. Y como colofón, el grupo acudiría a las instalaciones del Puy du Fou, un parque temático promovido por el Conseil General. Iniciado en 1997 para recrear la historia de La Vendée, hoy recibe cada año más de 1,5 millones de visitantes. Pasó de 30 a 300 hectáreas. Ha cambiado la economía de la zona y bastantes agricultores aprovecharon para orientar las producciones e integrar la acogida turística. En el rural gallego tenemos que cuestionarnos muchas cosas, afirma el veterinario Antón Camarero, que participa en el viaje. Cada granja debe plantearse su segmento de competitividad; no podemos hacer todos lo mismo; y los técnicos tenemos la responsabilidad de inducir esos cambios, concluye.